La fisioterapia deportiva es la parte de la fisioterapia que se encarga de abordar las patologías y lesiones del aparato locomotor en deportistas, tanto profesionales como amateurs. Estos pueden sufrirlas no solo durante la práctica de su deporte o en los entrenamientos, sino también en su día a día. Normalmente cuando se habla de esta especialidad en fisioterapia, a la mayoría de la gente se le viene a la cabeza el fisioterapeuta que salta al campo de fútbol tras un lance del juego con su maletín, pero la fisioterapia deportiva es mucho que el “Reflex”. Esta incluye la prevención, el tratamiento de las lesiones y la vuelta a la actividad tras las mismas, en muchos casos en colaboración del readaptador físico.
Las técnicas que se emplean en deportistas, ya sean de élite o aficionados, son las mismas que se utilizan en personas “sedentarias” o que no realizan ejercicio de forma habitual. Podemos nombrar, entre otras: la masoterapia, movilizaciones y técnicas manipulativas, inhibición de puntos gatillos, kinesiotape u otros vendajes, la punción seca, estiramientos, técnicas de energía muscular, termoterapia, electroterapia, etc.
Pero entonces… ¿en qué se diferencia la fisioterapia deportiva y la fisioterapia traumatológica o “tradicional”?
La distinción se encuentra en que uno de los objetivos fundamentales es acortar lo máximo posible los tiempos de recuperación.

By Steven Pisano from Brooklyn, NY, USA – Bishop Loughlin Games – Armory – Track & Field, CC BY 2.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=44110409
Esto entra en conflicto en ocasiones con nuestra actividad como fisioterapeutas, ya que el tejido (óseo, muscular, tendinoso…) necesita unos plazos determinados para regenerarse. Dependiendo del tipo de patología la fisioterapia ayuda a acelerar estos tiempos. Además en nuestro trabajo como fisioterapeutas no olvidamos al resto del cuerpo y, en especial, a todas las articulaciones o estructuras vecinas, intentando evitar las compensaciones o que disminuya el estado físico general del deportista.
Así mismo uno de los principales objetivos de los fisioterapeutas deportivos es la PREVENCIÓN. Gracias a ella podemos disminuir el riesgo de lesión y mejorar el rendimiento durante el ejercicio. Para lo cual se emplean diferentes técnicas que contribuirán a tener una mayor flexibilidad y elasticidad en las estructuras musculotendinosas, como el masaje de descarga (masaje deportivo), ejercicios de propiocepción o estiramientos. De esta manera se reduce la probabilidad de sufrir un sobrecarga o una rotura fibrilar, tendinopatías, etc.
En Fisiohogar contamos con fisioterapeutas deportivos que pueden ayudaros en el día a día en la práctica de vuestro deporte.
Colegiada nº 9517
Graduada en Fisioterapia por la Universidad Complutense de Madrid.