En esta ocasión me gustaría comentaros brevemente ciertos aspectos de un problema tan actual como frecuente en las mujeres de hoy día, la INCONTINENCIA URINARIA. Pero qué es exactamente?,¿ cuales son los tipos más frecuentes? y ¿cuales son los factores de riesgos más habituales?
La International Continence Society (ICS) organismo internacional dedicado a la vigilancia y control de este problema ha definido la Incontinencia Urinaria como “queja o molestia derivada de cualquier escape involuntario de orina”. Según la OMS hay más de 200 millones de personas afectados por esta patología en el mundo con una prevalencia altamente superior en el caso de mujeres que en hombres. Se estima que 2 de cada 5 mujeres mayores de 35 años pueden estar afectadas por dicha patología. Pero la cuestión a resolver ahora sería ¿Cuáles son los factores de riesgo para padecer incontinencia urinaria? En el caso de las mujeres son varios y diversos aunque tienen especial importancia los siguientes:
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Embarazo y parto: Es una de las principales causas de incontinencia en mujeres jóvenes. Realizar los pujos durante el parto de manera inadecuada, fetos mayores de 3500 gr, colocación incorrecta del feto durante la última etapa del embarazo, episiotomía, uso de fórceps… estos son los factores causantes de incontinencia con mayor importancia en mujeres jóvenes.
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Sobrepeso: el sobrepeso provoca un aumento de presión a nivel de la cavidad abdominal inferior de manera continuada. A esto tenemos que sumarle que a nivel del suelo pélvico la proporción de tejido conectivo (tejido de sostén) en relación al tejido muscular capaz de soportar dicho aumento de tensión es desfavorable para este ultimo en relación 80% – 20%
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Estreñimiento: un problema muy frecuente en mujeres y del que hablaré en próximas ocasiones, provoca que se realicen sobreesfuerzos en el momento de evacuar, lo que provoca que se distiendan los músculos y todo el tejido conectivo del suelo pélvico.
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Menopausia: se ha estudiado como esta etapa en la vida de toda mujer provoca una incidencia y prevalencia claramente superior de dicho problema en una proporción por encima del 50% según estudios publicados recientemente.
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Otros factores: ingesta de líquidos por encima de 2 litros al día así como el uso frecuente de bebidas con gas, o con cafeína tienen una incidencia directa en el aumento de cantidad de orina que se eliminar.
Una vez hemos visto lo frecuente que es este problema y las causas que lo provocan de forma más habitual, es necesario que sepamos que hay distintos tipos de incontinencia como son:
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Incontinencia Urinaria de Esfuerzo: El escape de orina se produce cuando hay un aumento de presión a nivel del suelo pélvico de manera súbita, no pudiendo controlar los mecanismos tanto musculares como esfinterianos dicha sobrepresión. Esto tiene lugar cuando se tose, se ríe, se estornuda, se coge peso cuando venimos de comprar, cogemos al bebé en brazos….
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Incontinencia urinaria de Urgencia: cuando aparecen las ganas de orinar hay que ir inmediatamente, sino se produce el escape.
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Incontinencia urinaria Mixta: Es el tipo de incontinencia más frecuente en mujeres ya que mezcla las dos anteriores con componentes de ambas.
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Incontinencia urinaria por rebosamiento: en el que se producen escapes en forma de goteo sin que el paciente perciba deseo miccional. Este tipo de incontinencia siempre es secundaria a una retención urinaria. Puede producirse por obstrucción o por lesión neurológica.
¿HAY SOLUCIÓN PARA ESTE PROBLEMA? ¿QUÉ TIPO DE TRATAMIENTOS TENEMOS?
En un porcentaje muy elevado tenemos solución en 3 escalones terapeúticos diferenciados según la OMS que están establecidos de la siguiente forma:
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Tratamiento no farmacológico: incluyen todos los ejercicios fisioterapéuticos de los que hablamos en el artículo anterior así como medidas de tipo comportamental.
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Tratamiento farmacológico: cuando las anteriores medidas fallan, o de forma simultanea según prescripción facultativa, se pueden regular las pérdidas de orina actuando en los mecanismo de control musculares, esfinterianos y nerviosos que están presentes en nuestro organismo.
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Tratamiento quirúrgico: si todo lo anterior falla, se suele proceder a intervenir de forma quirúrgica colocando de forma más habitual una malla de sujeción a nivel del suelo pélvico.
Colegiado nº 5903
Diplomado en Fisioterapia por la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid