Se acerca el otoño y vuelven los tiempos difíciles para los bebés y sus catarros, así que en el blog retomamos el tema de la fisioterapia respiratoria para la prevención de bronquiolitis y la expulsión de secreciones.
Hoy Alexia, quiere contaros con más detalle que hacemos en una sesión de fisioterapia respiratoria.
Primeramente necesitaremos recoger los datos del paciente y hacer una pequeña valoración mediante la auscultación del niño. En esta auscultación con el estetoscopio vamos a diferenciar los sonidos que realizan los pulmones del pequeño al respirar. Veremos si tiene secreciones en vías altas (más fáciles de movilizar) o en vías bajas y exactamente en qué lado de los pulmones.
Para la sesión tenemos que desvestir al niño por lo que siempre buscaremos una estancia con una temperatura adecuada, es necesario poder tocar bien al niño y como mucho le vamos a dejar un body finito. También vamos a necesitar que los padres nos faciliten suero fisiológico para limpiar bien la nariz y un poco de papel.
Empezaremos realizando maniobras para movilizar las secreciones hacia niveles superiores de las vías respiratorias para que luego así sean mucho más fáciles de expulsarlas. Durante la sesión continuamente vamos a estar realizando auscultaciones para observar cómo se mueven estas secreciones.
Mediante presiones suaves en el tórax y en el abdomen vamos a jugar con la inspiración y expiración para que los flujos de aire arrastren las secreciones. De esta manera, ayudamos a la manera natural de elevación de las secreciones hacia vías altas provocando unos cambios pequeños en la inspiración y expiración. Alargando y acortando los tiempos de estas.
Finalmente para acabar de expulsar las secreciones lo que haremos será estimular la tos para que el niño de manera natural acabe de sacar los mocos de las vías aéreas. Y limpiar con suero la nariz.
Es muy importante que el niño esté bien hidratado y que no haya comido nada una hora antes de la sesión ya que podría vomitar al realizarle las maniobras.
Es muy común que los bebés lloren durante la sesión porque se sienten molestos pero no se realiza en ningún momento ninguna maniobra dolorosa o que pueda resultar perjudicial para el niño.
Una parte importante en estas sesiones es la implicación de los padres puesto que deben estar presentes y participar en la sesión de forma activa para aprender las maniobras y dar seguridad y confianza al niño.
Si tienen cualquier duda o quieren ampliar alguna información, no duden en contactar con nosotros.
Colegiada nº 9312
Diplomada en Fisioterapia por la Universidad Ramón Llul de Barcelona