En primer lugar hay que decir que hacer ejercicio tiene multitud de beneficios. En los últimos años se ha confirmado que múltiples patologías se benefician enormemente de la realización de ejercicios. Esto vale tanto para ejercicios específicos como para ejercicios más globales. Gracias a los beneficios que los ejercicios nos reportan podremos tanto evitar como disminuir los síntomas y la gravedad de muchas enfermedades.
Beneficios de los ejercicios
En general la práctica regular de ejercicios consta de los siguientes beneficios, entre muchos otros:
- Mejora de la capacidad pulmonar: a nivel respiratorio se observa que la población que practica ejercicio de forma habitual, sea cual, sea la modalidad consigue una mayor capacidad pulmonar. Lo que lleva a una mejora en el proceso respiratorio. Esto vale tanto para la práctica de ejercicio aeróbico como para el ejercicio anaeróbico. Aquí se pueden consultar los ejercicios de la fisioterapia respiratoria en personas mayores.
- Mejora de la circulación: la realización de ejercicio físico fortalece el corazón y por ende mejora el sistema cardiovascular. En este otro artículos podemos encontrar varias referencias de ejercicios para los problemas de circulación.
- Mejora de la fuerza muscular: cuando se hacen ejercicios estamos ejercitando la musculatura por lo tanto la calidad de esta va a aumentar. Esto ayudará a evitar patologías por problemas musculares, como pueden ser aquellos dolores debidos a debilidad o a un sobreuso de ciertos músculos debido a la debilidad de otros (esto se puede ver en el cuello, donde muchas veces la musculatura profunda no está trabajada y se recurre en exceso a la superficial, generando molestias y dolores). Se puede consultar el artículo en el que proponemos cinco ejercicios para recuperar la fuerza y la movilidad en la rodilla.
- Mejora de la densidad ósea: recientemente se ha descubierto que el ejercicio, en este caso principalmente el ejercicio de fuerza, mejora la densidad y calidad ósea. Esto se traduce en huesos más fuertes, que van a resistir más frente a la posibilidad de una fractura. En las personas mayores está indicado el ejercicio que ayudará a recuperar agilidad, fortaleza muscular y también podrá mejorar la densidad ósea.
Patologías que se benefician de los ejercicios
Como podemos ver los beneficios de los ejercicios son muchos y diversos, por lo que esta modalidad de tratamiento va a ser de elección para muchas patologías. Entre ellas, están los problemas cardiovasculares, donde actualmente las unidades más avanzadas de rehabilitación cardiaca cuentan con fisioterapia para la realización de ejercicios tanto aeróbicos como de fuerza, reportando un enorme beneficio.
También los fisioterapéutas estamos empezando a tener presencia en las UCIs. Donde gracias a noticias que han salido en el último año podemos ver que la fisioterapia respiratoria, principalmente basada en realizar ejercicios de respiración, obtiene muchos beneficios para los enfermos de las UCIs, se acortan plazos de estancias y se mejora la condición de estos pacientes.
Además en los casos de debilidad ósea, como puede ser la osteoporosis o la artrosis, el ejercicio es una de las principales herramientas para mantener a raya estos procesos. Esto se debe a que gracias a la fisiológicas del ejercicio se van a generar cambios que van a mejorar la calidad ósea.
Por último, también se pueden realizar ejercicios de alto impacto cognitivo, que nos ayudarán en el tratamiento de pacientes con procesos neurológicos donde hay que rehabilitar una función tanto a nivel cognitivo como a nivel físico. En este apartado están englobados los ejercicios propioceptivos, muy necesarios para la rehabilitación de un esguince por ejemplo.
Como hacer ejercicio
Si bien en muchos casos lo fundamental para una recuperación es moverse (también podemos contar como ejercicios salir a andar si conseguimos elevar lo suficiente las pulsaciones). Hay veces que se requiere de un programa específico para ayudar en el tratamiento de una patología.
Muchas veces el trabajo del fisioterapeuta no es tanto ponerse a hacer los ejercicios con el paciente sino diseñar un buen programa de ejercicio individualizado y adaptado a las patologías que en ese momento tenga el paciente. Para ello se debe hacer una buena historia clínica e identificar los puntos más problemáticos para hacer hincapié en ellos y poder superar las lesiones. En el desarrollo de este programa lo ideal es contar con la ayuda de un graduado en ciencias de la actividad física y el deporte, ya que mezclando los conocimientos de ambos profesionales llegaremos un programa de ejercicio óptimos para el paciente.
Hay que huir de todo tratamiento prediseñado que no haya sido adaptado por el profesional que lleve nuestro tratamiento. Aunque puede no pasar nada también podemos acabar agravando el problema debido a la realización de ejercicios que en ese momento no deberíamos hacer o a la mala realización de alguno de ellos. Igual que no confiaremos el cambio de motor de nuestro coche y puesta a punto a un camarero que no tenga los conocimientos necesarios, tampoco deberíamos confiar la “reparación y puesta a punto” de nuestro cuerpo a quien no tenga conocimientos para ello. En este caso hablamos de los profesionales del ejercicio que son el graduado en ciencias de la actividad física y el deporte para aquellas personas que no presenten patologías y el graduado en fisioterapia para aquellas personas que estén en tratamiento de alguna patologías. Aunque lo ideal es el trabajo conjunto de estos dos profesionales.
Conclusión
Después de hablar sobre porque los ejercicios son buenos y beneficiosos para el paciente vamos a lo fundamental y título del artículo. ¿Por qué debo hacer los ejercicios que me manda el fisio? Esta respuesta es simple, porque es una técnica de tratamiento más y nos va a ayudar mucho, estos “deberes” a menudo marcan la diferencia entre un tratamiento exitoso y un tratamiento bueno pero con peros. Si comparamos la intervención de un fisioterapeuta con la de un médico, por ejemplo, el fisioterapeuta recibe a un paciente con un dolor lumbar persistente y el médico recibe a un paciente con una infección bacteriana. Tenemos asumido que de la consulta del médico salgo con “deberes” (para eliminar a la bacteria normalmente tendré que tomar x medicina durante x días), mientras que muchas veces pensamos que de la consulta del fisio saldré curado. Pero esto no es así, del fisio también saldremos con deberes para acabar de eliminar la “bacteria”, ya que sino el trabajo durante la sesión habrá valido para poco.
Podemos hablar también desde el punto de vista económico y no solo sanitario. Cuando acudimos al fisio de forma privada pagamos x por cada sesión, y en ese precio está incluido todo el tratamiento que se aplicará en esa sesión. Si parte de ese tratamiento incluye la realización de un programa de ejercicio adaptado el paciente estará perdiendo dinero.
Por lo tanto la realización de los ejercicios programados por el fisio es una parte más de la sesión, y hay que seguir las pautas que nos marcan en todo momento.
Para finalizar hay que huir de los tratamientos pasivos, ya que han demostrado tener mucha más eficacia los tratamientos activos, tanto en efectividad, como en coste-beneficio, como en plazos de recuperación.
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Colegiado 12509
Graduado en Fisioterapia por la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid.