En plena pandemia por coronavirus, es fácil olvidarse de que hay otras, patologías presentes entre nosotros como es la diabetes.
Los datos que han surgido en los últimos estudios superan los peores presagios ya que demuestran que el 13,8% de los españoles mayores de 18 años tiene diabetes tipo 2, lo que equivale a más de 5,3 millones de compatriotas. De ellos, casi 3 millones ya estaban diagnosticados pero 2,3 millones, el 43% del total, desconocían que padecían la enfermedad.
Es muy importante destacar la gran proporción de personas que desconocen que presentan diabetes. El retraso en descubrirla implica que cuando se diagnostica la enfermedad el 50% presenta alguna complicación. Esto es grave si tenemos en cuenta que el tratamiento de las complicaciones es tanto más eficaz cuanto más precoz y que la diabetes afecta a órganos tan importantes como los riñones, la vista, el corazón o el sistema nervioso.
Evidentemente la situación requiere una actitud proactiva, con especial atención en la modificación de estilos de vida, el sedentarismo y los malos hábitos alimentarios. Como profesionales de la salud es necesario que aportemos nuestro granito de arena para ayudar en mejorar la salud de nuestros pacientes.
¿Qué es la diabetes?
Cuando nos alimentamos en particular con carbohidratos, nuestro cuerpo digiere el alimento en azúcar que luego lo usa para producir energía. Este tipo de azúcar, la glucosa, es transportada desde la sangre a las células gracias a la insulina. La enfermedad de la diabetes afecta la capacidad de nuestro cuerpo en la producción y el uso de la insulina, así alterando negativamente el envío de la glucosa a todas las células del cuerpo.
En la diabetes del tipo I, el cuerpo no consigue generar la cantidad de insulina suficiente asi produciendo un aumento de glucosa en la sangre. En la diabetes del tipo II que supone la gran mayoría de casos de diabetes, el cuerpo no consigue regular bien los niveles de insulina. En cualquier caso, las células se quedan sin la energía que aporta la glucosa y el nivel de este azúcar en la sangre crece peligrosamente.
¿Cómo puede ayudar la Fisioterapia?
La solución farmacológica para el manejo de la diabetes pasa por la prescripción de la insulina y otros factores que controlan los niveles de azúcares en la sangre. En fisioterapia miramos hacia los ejercicios como medida excelente para controlar el nivel de azúcares en la sangre.
Los efectos beneficiosos del ejercicio, también en su versión más básica como la marcha (andar) tienen que ver con la contracción muscular que ocurre con cualquier movimiento de nuestro cuerpo. La contracción muscular ya sea andando, nadando, haciendo ejercicios de potenciación o cualquier otra actividad física ayuda a la movilización y el transporte de la glucosa a las células.
Por otro lado, hay una vinculación clara entre la obesidad corporal elevada y su efecto con el desarrollo de la diabetes. Por esa razón, el ejercicio también sirve como medida de prevención.
Los fisioterapeutas son expertos en el movimiento y en la prescripción de ejercicio terapéutico. Pero dar tablas de ejercicios no es suficiente. Cada persona es un mundo y por eso el ejercicio tiene que ser personalizado no solamente respetando los hábitos normales de cada uno, sino también hay que tener en cuenta otros factores como la genética, los factores psicosociales y las posibles lesiones que puede haber de base.
La genética es un tema a tener en cuenta más de lo que solemos pensar. La estructura de una persona puede favorecerle en algunas actividades físicas y perjudicar en otras. A la hora de prescribir un programa de ejercicio terapéutico es fundamental, pero también lo es para elegir alguna actividad deportiva. Si por nuestra genética pesamos más de la media, quizás puede ser mejor la natación que el baloncesto. Por el contrario, si por nuestra genética tenemos una estructura más delgada, quizás deberíamos tener más paciencia en nuestro desarrollo potenciador en el gimnasio.
Los factores psicosociales son primordiales en el tratamiento de la diabetes, los hábitos alimenticios, el entorno familiar, las tradiciones culturales y muchos factores que mejorarán o empeorarán la adherencia al tratamiento.
Por supuesto, en la prescripción de un programa de ejercicios para una persona que quiere limitar el daño que le puede hacer la diabetes, un fisioterapeuta puede adaptar la planificación de ejercicio no solo para evitar que el ejercicio empeore la lesión de base, sino, todo al contrario, utilizar el ejercicio también para mejorar la lesión que puede haber de base teniendo en cuenta factores como el dolor, la debilidad, la falta de flexibilidad, la falta de equilibrio y/o propiocepción, etc
La diabetes es una enfermedad peligrosa a largo plazo. El uso de fármacos cada vez mejores y más eficientes es fundamental para el control de la enfermedad. Pero también es verdad que en la prevención y también en el control de la enfermedad, la fisioterapia, en su faceta de prescripción de ejercicios, tiene un papel importante que puede y debe asumir para la mejora global de la salud pública.
Colegiado nº 3867
Diplomado en Fisioterapia por la Universidad de Malta. Master de osteopatía por la Universidad de Alcalá de Henares