La musculatura que se inserta en el hombro es conocida comúnmente como el manguito rotador, ¿por qué se llama así? ¿qué músculos la componen?
El manguito rotador está compuesto por cuatro músculos: infraespinoso, supraespinoso, redondo menor y subescapular
Las inserciones de estos músculos, los tendones, rodean a la articulación del hombro y la hacen estable, es decir, hacen que la cabeza humeral permanezca en congruencia y centrada con la cavidad glenoidea de la escápula. Esta estabilidad permite a su vez una adecuada movilidad, y en ella colaboran otros elementos como los ligamentos o la cápsula articular.
MÚSCULO SUPRAESPINOSO
Este músculo tiene su origen en la fosa supraespinosa de la escápula en la parte posterior de la misma, pasa por debajo del acromion para insertarse en la tuberosidad mayor (troquiter) del húmero.
Su función es realizar la separación (abducción) del brazo de cargas bajas y con poca velocidad, además coapta a la cabeza humeral. No es un músculo imprescindible para lograr este movimiento, ya que hay otros que también participan en el mismo.
Las lesiones más habituales son las tendinopatías y las roturas del mismo. La patología del tendón del supraespinoso puede tener una causa de tipo degenerativo o traumático (por movimiento repetitivos o un mal gesto en la práctica deportiva). Así mismo es un músculo susceptible a los depósitos de calcio, las denominadas calcificaciones, que se forman en un intento de reparar el tendón por parte de nuestro organismo.
MÚSCULO INFRAESPINOSO
Se origina en la fosa infraespinosa de la escápula, ocupándola en su totalidad, y se inserta también en el troquiter, por detrás del supraespinoso.
La función principal de este músculo es la rotación externa y colabora en la estabilización de la articulación.
Las lesiones más frecuentes en este músculo son también las que afecta al tendón, pero en la práctica clínica también abordamos en numerosas ocasiones al músculo en sí y a los puntos gatillos que presenta, que pueden irradiar dolor hacia el hombro.
MÚSCULO REDONDO MENOR
Es un músculo pequeño y alargado que se origina en el borde externo de la escápula (en la fosa infraespinosa) y se inserta en la cápsula y el troquíter, detrás del infraespinoso. Se encarga también de la rotación externa.
En clínica se abordan generalmente los puntos gatillo, mediante terapia manual o punción seca por ejemplo, que pueden irradiar dolor al hombro y la parte posterior del brazo.
MÚSCULO SUBESCAPULAR
Este es el único músculo que se encuentra en la parte anterior de la escápula, entre esta y las costillas y se va a insertar al tubérculo menor (troquín). Sus funciones son la rotación interna y la aproximación (aducción), colaborando, como el resto de los músculos del manguito, en la estabilidad de la articulación.
Es un músculo olvidado en ocasiones en la práctica clínica, con un abordaje más complicado por su situación anatómica.
LA FISIOTERAPIA EN LAS LESIONES DEL MANGUITO ROTADOR
En nuestro día a día como fisioterapeutas nos encontramos en numerosas ocasiones pacientes con dolor en el hombro y limitación de la movilidad de la articulación.
La valoración es muy importante en la patología del hombro, contamos con diversos test de provocación que nos ayudarán a saber que músculos, tendones o estructuras se pueden estar viendo afectados. Además hay que valorar las pruebas de imagen del paciente si este nos las presenta.
Una de las primeras cosas que tenemos que hacer es explicar a nuestros pacientes que en ocasiones el dolor en el hombro puede ser irradiado o provocado por el desequilibrio muscular o de movilidad de otras estructuras. Es por ello, que de inicio, es posible que nuestro tratamiento no vaya dirigido a la zona del dolor en sí, sino a todas las estructuras que la rodean.
En el tratamiento de la patología de la manguito rotador es imprescindible que la escápula tenga un deslizamiento y un movimiento normal para que la movilidad articular sea buena. Si esto no sucede puede haber sobresolicitaciones musculares o deterioro de los tendones por pinzamientos, que es lo que ocurre con el tendón del supraespinoso y espacio subacromial.
Seguramente la “tendinitis” del supraespinoso sea estrella en las patologías de esta articulación, y ¿por qué la entrecomillamos?. En muchos de los casos lo que nos encontramos son tendinosis, es decir, una degeneración del tendón que puede implicar incluso una rotura parcial del mismo. Hay que valorar en casos de pacientes diagnosticados de tendinitis de supraespinoso, la posibilidad de que exista una bursitis subacromial. La bursa subacromial es una bolsa de líquido sinovial que protege a los tendones del manguito rotador, se encuentra entre estos y el acromion
Podríamos concluir que la patología del manguito rotador puede ser muy compleja y que el fisioterapeuta tendrá que abordar muchos más aspectos además de las estructuras del hombro para una correcta recuperación. El ejercicio dirigido y progresivo será, así mismo, primordial para recuperar la movilidad del paciente.
Colegiada nº 9517
Graduada en Fisioterapia por la Universidad Complutense de Madrid.