
La recuperación de un ictus es un proceso largo y duro en el que hay que trabajar día a día contra las secuelas que nos ha dejado. En esta tarea diaria de rehabilitación los profesionales de Fisiohogar queremos estar contigo.
Contamos con un equipo de profesionales titulados y colegiados que conocen los problemas y minusvalías que puede causar un accidente cerebrovascular y que saben qué métodos, técnicas y tratamientos pueden resultar adecuados para buscar la mayor recuperación posible de un paciente.
Con una simple llamada podemos empezar a buscar una vía de recuperación del ictus. Sabemos que, sobre todo en las primeras etapas después de superar el ictus, las salidas a la calle pueden ocasionar importantes problemas para pacientes y familiares; por eso en Fisiohogar te ofrecemos la oportunidad de que sean nuestros fisioterapeutas los que se desplacen y acudan a tu hogar.
En cuanto a en qué consisten las sesiones de fisioterapia dependerá de los problemas y secuelas que te haya dejado el ictus. En general se realizan:
- Ejercicios para trabajar la coordinación y el equilibrio
- Ejercicios para recuperar y fortalecer la musculatura de la cara y trabajar los gestos y el habla
- Ejercicios de motricidad fina y gruesa en las manos
- Aprendizaje de posturas correctas para evitar la aparición de contracturas y problemas en articulaciones
- Ejercicios para trabajar la marcha
Beneficios de la atención a domicilio
Los tratamientos de rehabilitación después de haber sufrido un ictus son esenciales para conseguir la recuperación deseada. En Fisiohogar contamos con experimentados fisioterapeutas que pueden diseñar un plan de trabajo a medida de tus necesidades o de la tu familiar para que vayas dejando atrás las secuelas del ictus.
Se llama ictus al conjunto de enfermedades que afectan a los vasos sanguíneos que se encargan de suministrar la sangre al cerebro. Estos también llamados accidentes cerebrovasculares aparecen de manera súbita y pueden causar importantes minusvalías y secuelas.
Dependiendo del grado o intensidad del ictus el paciente tendrá un proceso de rehabilitación más sencillo o complicado. Pero en cualquier caso siempre es importante seguir un tratamiento de fisioterapia.
Nuestros fisioterapeutas están capacitados para ayudarte en este proceso que, por supuesto, precisa atención personalizada. Para diseñar el plan de trabajo que tú o tu familiar necesitas, el fisioterapeuta trabajará en coordinación con tus médicos y además hará una valoración de tu estado para determinar qué tipo de actividades son las que mejor pueden contribuir a la buscada mejoría.
Pero todo este planteamiento de rehabilitación puede parecer difícil o por lo menos complicado si el paciente se tiene que trasladar a una clínica. Para que esto no plantee problemas en Fisiohogar somos nosotros los que nos desplazamos. Con todo el material que podamos necesitar nos trasladamos a tu domicilio o a donde nos indiques. De esta manera estarás más tranquilo y relajado y podrás centrar tu energía y esfuerzos en realizar los ejercicios que te mande tu fisioterapeuta.
Si este es el servicio que necesitas, no tienes más que llamarnos y un miembro de nuestro equipo se trasladará a tu casa para comenzar a ver de qué manera podemos ayudarte.
Distintos tipos de ejercicios para acelerar la recuperación
Como es natural cada caso es único y, por tanto, el programa de rehabilitación de un ictus se centrará en las principales secuelas, diseñando un plan de trabajo que trate de facilitar la recuperación de las capacidades y habilidades perdidas o que se han visto reducidas.
Los posibles ejercicios son por tanto muchos. Algunos de los más habituales en los casos de rehabilitación de un ictus son los destinados a fortalecer los músculos y a cuidar las articulaciones como por ejemplo:
- Con la espalda recta y el cuello estirado mover los ojos hacia arriba, después hacia abajo. Parar y mover los ojos a la derecha y después a la izquierda.
- De pie con la espalda recta y el cuello estirado inclinar la cabeza a la derecha, volver al centro e inclinar la cabeza a la izquierda. Después inclinar la cabeza hacia adelante y después hacia atrás. Por último realizar giros completos de la cabeza.
- Sentada en una silla con la espalda recta, inclinar el tronco hacia adelante con las manos estiradas como si quisiéramos tocar el suelo, aguantar unos segundos la posición y volver a la posición de partida.
- Sentarse en una silla, levantarse y volverse a levantar, repetirlo incrementando un poco la velocidad.
- Sentarse en una silla, levantarse, dar una vuelta completa a la silla y volver a sentarse. Repetir la acción aumentando la velocidad.
- De pie con la espalda recta y la vista al frente tratar de caminar por una línea recta imaginaria, poniendo especial atención en el modo en el que levantamos el pie y cómo vamos apoyando talón y pie. Cuidar también el movimiento de los brazos y su papel en el equilibrio de la marcha.
- Otro ejercicio interesante es subir y bajar escaleras. Hacerlo de forma pausada primero subiendo los dos pies a un peldaño para después iniciar el ascenso del siguiente.
Colegiado nº 3.147
Fisioterapeuta y licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte por la Universidad Europea de Madrid.
Vicedecano del Colegio de fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid.