El esguince externo de tobillo es el más frecuente y se produce por una torsión del tobillo en inversión y flexión plantar que tensa el ligamento lateral externo. Si esa tracción fuera muy fuerte podría afectar a otros ligamentos y hasta romper la cápsula anterior.
En muchos deportes de equipo y salto, este tipo de lesión se produce en la recepción de un salto con un mal apoyo, en muchas ocasiones, por pisar a otro jugador.
Los objetivos iniciales del tratamiento del esguince son:
[list type=check_list]- Controlar la inflamación
- Controlar el dolor
- Evitar la carga de peso
- Elevar el miembro lesionado (para permitir el drenaje del edema)
- Aplicar hielo (para reducir la inflamación y controlar el dolor)
- Vendaje compresivo (para prevenir la inflamación)
- Administrar medicación antiinflamatoria y el dolor)
- Deambular en descarga con ayuda de muletas
- ESGUINCE LEVE (GRADO I): se puede permitir el apoyo a partir del segundo día y comenzar con ejercicios de flexo-extensión. Es conveniente utilizar un vendaje funcional al reanudar la actividad deportiva (generalmente, a partir de la segunda semana)
- ESGUINCE MODERADO (GRADO II): a partir del segundo día se permitirá el apoyo, con el tobillo protegido por una tobillera semirrígida o con un vendaje funcional.
- ESGUINCE GRAVE (GRADO III): deben ser evaluados por un traumatólogo que decidirá si aplica tratamiento ortopédico o quirúrgico.
Una vez descartada la fisura por medio de una radiografía y determinado el grado de la lesión, hay que comenzar con el tratamiento de fisioterapia para recuperar el movimiento de la articulación cuanto antes protegiendo siempre el ligamento lesionado.
Colegiada nº 3737
Fisioterapeuta y licenciada en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte por la Universidad Europea de Madrid