Esté músculo tan maravilloso es un potente abdominal, pero no es la clásica tableta de cuadraditos sino uno mucho más útil; el encargado de hacer de faja para que nuestras vísceras se mantengan en su posición anatómica, que nuestra espalda no sufra tanta tensión y la respiración sea más efectiva.
Como vemos en la imagen, el transverso del abdomen abarca desde la fascia lumbar, subiendo por las costillas y bajando por la ingle para unirse en la parte media del abdomen llamada línea alba. Podemos activarlo voluntariamente con la acción de meter el ombligo.
Actualmente se recomiendan los abdominales como podrían ser los efectuados en el método pilatesy los hipopresivos, no los clásicos de elevación de tronco o de las piernas. Sabemos que los clásicos abdominales suelen aumentar la presión en el abdomen al realizarse, lo que hace que las vísceras sean empujadas hacia abajo durante el esfuerzo y estas vayan debilitando progresivamente el suelo pélvico pudiendo producir disfunciones.
Los abdominales adecuados fortalecen la musculatura abdominal principalmente el transverso del abdomen y trabajan disminuyendo la presión abdominal mediante la respiración y el control del suelo pélvico.
El trabajo continuo de esta musculatura disminuye la tensión lumbar y mejora el posicionamiento, aumenta la sujeción abdominal, delimita la cintura, mejora la respiración efectiva e indirectamente tonifica el suelo pélvico.
Si tienes cualquier duda de cómo trabajar este músculo pregunta a tu fisioterapeuta y te explicará detalladamente como activarlo.
Colegiada nº 9312
Diplomada en Fisioterapia por la Universidad Ramón Llul de Barcelona