Este es el lema que se ha elegido desde el Colegio de Fisioterapeutas de Madrid para informar al ciudadano sobre los peligros asociados con el intrusismo profesional. En España existen todavía personas que no entienden la diferencia entre un Masajista y un Fisioterapeuta. Aunque es verdad que una parte del espectro de trabajo del fisioterapeuta se puede hacer a través de la masoterapia, hay diferencias importantes entre un masajista y un fisioterapeuta. Hablamos de diferencias importantes porque lo que puede ser perjudicada sería precisamente la salud del paciente.
Cuando una persona quiere un masaje relajante, un Masajista lo podría hacer perfectamente bien. Cuando hablamos de algo más de un masaje por la existencia de dolor entonces hay que exigir ser tratado por un fisioterapeuta y para asegurarse de eso, como mínimo, hay que exigir la colegiación, es decir que el fisioterapeuta debe enseñar su carnet de Colegiado que asegure que es un profesional titulado y adecuadamente colegiado.
Según la legislación española, el hecho de que una persona se haga pasar por un profesional titulado cuando no lo es, es un delito penal, tipificado con pena de cárcel. Aparte, y más importante para el paciente, el tratamiento que recibe no solamente puede que no sea eficaz, sino podría incluso hacer más daño. En este caso, ya que los pseudo-profesionales carecen de responsabilidad civil (los fisioterapeutas colegiados están cubiertos con un seguro profesional), el paciente se verá desamparado en el supuesto de reclamación o conflicto por daños.
Aparte de las razones legales, vamos a dar además, unas razones prácticas:
1. Un fisioterapeuta es una persona con un título universitario y con una base de conocimientos anatómicos y fisiológicos que son fundamentales para ayudar al profesional a diferenciar una lesión de otra.
2. La zona dolorida no siempre es la zona lesionada y solo un profesional sabrá diferenciar entre un dolor real y un dolor reflejo.
3. Una misma lesión en estado agudo y en estado crónico requiere de un tratamiento diferente.
4. No siempre hay que hacer un tratamiento; existen casos en los que la seriedad de la lesión es tal que el propio fisioterapeuta no puede hacer nada y recomienda una investigación y unas pruebas diagnósticas antes de realizar el tratamiento.
5. Los masajistas que solo se limitan a hacer masajes relajantes, como mucho no conseguirán tratar el origen del dolor. Cuando el pseudo-profesional se atreve a hacer otras técnicas, el daño puede ser mayor, y llegar a causar graves lesiones.
Si lo que buscas es un masaje suave para un momento de relajación, puedes contratar los servicios de un masajista con total tranquilidad. En el caso del tratamiento de lesiones o dolores más importantes, no te la jueges y llama a un fisioterapeuta.
Te dejamos un par de enlaces con los vídeos de los colegios profesionales y te invitamos a contarnos tus experiencias con pseudo-profesionales de la salud.
Colegiado nº 3867
Diplomado en Fisioterapia por la Universidad de Malta. Master de osteopatía por la Universidad de Alcalá de Henares