El dolor de cabeza es una de las dolencias más comunes, pudiendo llegar a ser muy incapacitante, y una de las principales causas de las bajas laborales; con las consecuencias socioeconómicas que ello acarrea.
Dentro de las cefaleas primarias, las más comunes son las cefaleas tensionales; siendo algunas de sus características un dolor de cabeza sordo (no pulsátil), una sensación de presión alrededor de la cabeza o generalizado, también dolor en el cuero cabelludo, las sienes, la parte posterior del cuello y posiblemente los hombros.
Este dolor puede provenir de la musculatura del cuello (dolor referido de los puntos gatillo), de las salidas nerviosas de las articulaciones vertebrales cervicales, un problema a nivel articular, tensión del tejido fascial, o incluso dolores referidos.
La cefalea tensional puede dividirse en episódica, cuya duración es de horas a días, o aquella que dura más de tres meses, denominada crónica.
Es importante hacer un buen diagnóstico diferencial, a menudo se confunden con migrañas (que también es una cefalea primaria). La diferencia más notables es que las migrañas pueden ser un trastorno hereditario, acompañado de un dolor pulsátil, afectan a un hemicraneo y se acompañan de síntomas como nauseas, vómitos, fotofobia, fonofobia y en ocasiones de aura (visualización de luces antes de la aparición del malestar).
Los factores desencadenantes de la cefalea tensional son los malos hábitos posturales durante tiempo prolongado, estrés, ansiedad, sobreesfuerzos, trastornos de la articulación temporomandibular (cómo el bruxismo, desequilibrios de la mordida…), el uso excesivo y en posturas inadecuadas de los aparatos electrónicos como tablets, ordenadores portátiles y dispositivos móviles, abuso de sustancias como el tabaco o la cafeína…
El tratamiento medicamentoso con analgésicos y antiinflamatorios por sí mismos en numerosas ocasiones no son efectivos; porque alivian el dolor mientras dura su efecto, tratando la consecuencia pero no la causa.

terapia manual cervical
Desde la fisioterapia existen diferentes técnicas que pueden ayudar a mejorar esta patología: como masoterapia, punción seca, acupuntura, estiramientos, osteopatía, rpg y terapia miofascial entre otras. Y por supuesto el ejercicio activo, hay estudios que demuestran que el ejercicio aeróbico y ejercicios de estabilización cervical ayudan a disminuir la cefalea tensional crónica, que su fisioterapeuta le puede enseñar.
La terapia manual, junto con consejos sobre higiene postural y técnicas de relajación, mejorará el estado de su musculatura y articulaciones, disminuyendo las cefaleas y mejorando el estado de salud general.
Colegiada nº 8579
Diplomada en Fisioterapia por la Universidad Rey Juan Carlos