La fisioterapia puede ser un buen aliado para cuidar tu calidad de vida. Jóvenes y mayores necesitamos cuidarnos. Muchas veces creemos que nos encontramos bien, que unos pequeños dolores o contracturas son normales y que no pasa nada.
Y puede que sea así, pero cuando la molestia es continua y aumenta de intensidad y la frecuencia con la que la sentimos es mejor acudir a un experto. Después de averiguar las posibles causas se determinará un tratamiento adecuado para minimizar el problema, recuperarse y evitar nuevas recaídas.
A menudo pensamos que los tratamientos de fisioterapia están asociados a problemas graves de lesiones, rehabilitaciones de enfermedades o accidentes o de operaciones, pero además de estas circunstancias la fisioterapia ofrece otras posibilidades para los “sanos”.
Mantenimiento
Existen muchos programas de fisioterapia destinados a mejorar y fomentar la calidad de vida. En ellos el fisio le propone unas tablas de ejercicios que le permiten cuidar la fuerza, la musculatura, la flexibilidad o el equilibrio.
También hay programas en los que el fisioterapeuta realiza masajes descontracturantes, tonificantes y relajantes que contribuyen a que los músculos y articulaciones puedan trabajar correctamente, mitigando así los dolores y molestias.
La realización de ejercicio terapéutico es otra de las funciones de los fisioterapeutas que pueden ayudarte a realizar tus rutinas de ejercicio de forma adecuada consiguiendo además un mejor rendimiento deportivo y en tus actividades del día a día.
Unas sesiones periódicas consiguen que nuestro cuerpo no se agarrote y se mantenga ágil, evitando caer en lesiones.
Recuperación
La fisioterapia por supuesto tiene una importante labor para favorecer y acelerar la recuperación de distintos problemas que afectan a nuestro organismo. Los programas de recuperación contribuyen de manera notable a la mejorar de nuestra calidad de vida.
Aquí las posibilidades de la fisioterapia son muchas. La ayuda puede estar destinada al periodo después de una intervención quirúrgica, a la rehabilitación y adaptación después de un implante de una prótesis, a la recuperación después de un ictus o al tratamiento continuado de una enfermedad neurológica.
Dependiendo de cada caso, las sesiones y los masajes o ejercicios serán de una manera u otra. Lo importante en todos los casos es la continuidad del programa y la actitud con la que se acude a él. Las ganas y la participación activa son esenciales para que la fisioterapia logre la mejora de su calidad de vida.
Colegiado nº 3.147
Fisioterapeuta y licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte por la Universidad Europea de Madrid.
Vicedecano del Colegio de fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid.