Hoy vamos a hacer referencia en este artículo del blog a una cuestión que surge últimamente en la consulta. ¿Debo estirar antes de hacer ejercicio? Y ¿después?
La respuesta es muy simple y compleja a la vez, por supuesto que debemos estirar antes y después del ejercicio, pero los estiramientos que tenemos que realizar antes y después no son los mismos.
Después del ejercicio tenemos que realizar unos estiramientos que nos ayuden a relajar el músculo y favorezcan la recuperación posterior, mientras que antes del ejercicio el objetivo es preparar el músculo para la actividad que tendrá que realizar.
Para lograr estos objetivos tenemos dos tipos de estiramientos, los pasivos y los activos.
Los estiramientos pasivos son los que realizaremos al terminar el ejercicio, son estiramientos sin contracción muscular que lo que buscan es estirar la fibra muscular hasta el límite de la tensión y lograr un estado de relajación del músculo.
Los estiramientos activos los realizaremos antes de comenzar la actividad y se realizan con contracción muscular previa para lograr estirar la zona de transición entre músculo y tendón que es la que más sufre las lesiones. Con este tipo de estiramientos activos lograremos un aumento del rendimiento y disminuir el riesgo de lesión.
Para obtener más información acerca de los estiramientos pasivos, hay un libro de Bob Anderson, “Estirándose”, en el que nos explica paso a paso como realizar los estiramientos, además de acompañarlo con una tabla para distintos deportes. Pese a ser un «clásico» dentro de la literatura de salud, las actualizaciones que han ido incluyendo, nos permite hacernos una idea muy completa sobre los beneficios de los estiramientos.
Colegiado nº 3.147
Fisioterapeuta y licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte por la Universidad Europea de Madrid.
Vicedecano del Colegio de fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid.