VENDAR O NO VENDAR UN ESGUINCE DE TOBILLO
Me gustaría dar mi opinión sobre este tema ya que hace no tanto compartimos opiniones un compañero del gremio y yo y me pareció muy interesante el debate.
Él decía que siempre que le llegaba un paciente con un esguince, fuera leve, moderado o grave, lo vendaba acortando el ligamento porque el paciente se sentía más seguro y el tratamiento con el remate final del vendaje le iba muy bien. Decía “salen andando”.
Es una forma de trabajar muy válida y avalada por muchos autores. Además en el protocolo de tratamiento de un esguince también se describe.
Desde mi punto de vista no todo es blanco o negro. He aprendido que a los libros hay que hacerles caso a medias. Casi ningún protocolo de tratamiento y tiempos de curación que aparecen en los libros coinciden con la realidad cien por cien.
No cabe duda de que si hay mucha inflamación, dolor e impotencia funcional es conveniente vendar ese tobillo pero si al contrario, después del tratamiento de fisioterapia, la inflamación es leve o leve-moderada y el dolor es soportable ¿por qué vendar?
¿Qué efecto principal tiene el vendaje?
El efecto que queremos conseguir cuando vendamos un tobillo es prevenir que se inflame en exceso por eso es conveniente ponerlo después de un tratamiento antiinflamatorio y acortar el ligamento para que al no haber posibilidad de estiramiento del mismo, no duela.
¿Cuáles son los efectos secundarios?
Para explicar bien esta parte debemos explicar primero que para que haya un buen retorno venoso y linfático debe haber una buena movilidad de todas las estructuras que componen una articulación y un buen trabajo muscular por lo que si vendamos un tobillo, ni hay un buen trabajo muscular ni por supuesto movilidad de la articulación por lo que un buen drenaje de la inflamación no será posible. ¿Qué pasa si la inflamación se queda en la zona del esguince? Si la inflamación, que en un principio, cuando llega a su destino es líquida y no se puede ir por donde ha venido, empieza a transformarse en más espesa y se adhiere a los tejidos. Recordamos que el ligamento lo hemos vendado en acortamiento por lo que si la inflamación se adhiere a un ligamento acortado cuando quitemos el vendaje no será capaz de alargarse mucho por lo que la movilidad de la articulación la veremos reducida. Ni que decir que el ligamento además estará irritado y doloroso.
Conclusión.
Debemos valorar al paciente individualmente, no hay dos personas iguales. En algunos casos habrá que vendar porque el esguince curse con suficiente inflamación y dolor o porque el paciente quiera reanudar su deporte sin estar completamente curado, y no nos quede más remedio pero siempre con la idea de prescindir del vendaje lo antes posible para que los efectos secundarios del vendaje los podamos resolver sin problemas y el tiempo de tratamiento sea el menor posible.
Haciendo vida normal, caminando sin correr ni saltar ni hacer el bruto, el ligamento no se distiende tanto como para lesionarse o no curarse y más siendo un esguince leve por lo que los pacientes se curarán más rápido si podemos evitar los efectos secundarios del vendaje.
Colegiada nº 7769
Diplomada en Fisioterapia por la Universidad San Pablo CEU