Me gustaría hablar de un tema controvertido que en ocasiones deja mala fama a la fisioterapia o más concretamente a los fisioterapeutas aunque en muchas ocasiones no sea culpa del fisio.
Después de haber trabajado en distintas clínicas privadas he visto muchas maneras de actuar a la hora de recomendar próximas sesiones y venta de bonos.
Cuando trabajas para una empresa puedes adquirir cierta independencia pero normalmente hay que seguir las directrices de los jefes.
Cuando atiendo a mis pacientes yo decido cuántas sesiones necesita cada paciente y con qué frecuencia. Y como me considero una persona honrada, pienso que siempre cuántas menos sesiones de tratamiento mejor. Como fisio, si hago bien mi trabajo, mis pacientes estarán más contentos y me llamarán siempre que lo necesiten. En cambio, si engañara a la gente y les vendiera más sesiones y más frecuencia, antes o después se darían cuenta y no me volverían a llamar.
Estas son las dos posturas que he visto que tienen muchas empresas.
Como trabajadora de Fisiohogar me siento muy orgullosa de trabajar para esta empresa, puesto que nadie me obliga ni me anima a vender bonos cuanto más grandes mejor y me dejan recomendar próximas sesiones a mi criterio.
Si para una patología que creo que con una vez a la semana que trate al paciente es suficiente, mis jefes respetan mi criterio y me animan a que siga siendo sincera y profesional con los pacientes.
Esta postura no todas la empresas o clínicas la comparten, por eso es importante dar con el lugar adecuado aunque nunca sabes si vas a acertar. Y si no, ya sabes, Fisiohogar es de confianza, nadie te va a engañar y por eso nunca dejamos de crecer.
Si tienes alguna duda o problema anímate a consultarnos.
Colegiada nº 7769
Diplomada en Fisioterapia por la Universidad San Pablo CEU