
Hoy quiero contarte la historia de Pablo, un hombre con una energía inagotable y una pasión contagiosa por el movimiento y el bienestar. A sus 47 años, ha dedicado su vida a inspirar a otros a través del deporte y la actividad física.
Desde pequeño, Pablo sintió una conexión especial con el ejercicio y el deporte. Esa pasión lo llevó a estudiar Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, convirtiéndose en profesor en un colegio donde sus alumnos lo adoran. Su entusiasmo y dedicación han hecho que las clases de educación física sean mucho más que una asignatura: son un espacio donde los niños descubren el placer de moverse, aprender valores como el esfuerzo y la perseverancia, y sobre todo, divertirse.
Pero su vocación no se detiene en las aulas. Pablo es un emprendedor nato y, con el deseo de ayudar a más personas a mejorar su estado físico y su salud, fundó su propia empresa de entrenamiento personal: «Ponte Fitness«. A través de este proyecto, ha logrado guiar a muchas personas en su camino hacia un estilo de vida más activo y saludable, adaptándose a las necesidades de cada uno y transmitiendo siempre su lema: «El movimiento es vida«.
Además de su faceta como profesor y entrenador, Pablo tiene una sólida trayectoria en el mundo del fútbol. Durante años, fue jugador de fútbol semi-profesional, compitiendo con pasión y compromiso. En la actualidad, sigue disfrutando de este deporte jugando con un equipo de veteranos, donde comparte vestuario con algunos de los mejores jugadores de la historia del fútbol internacional. Para él, el fútbol no solo es un deporte, sino una forma de mantenerse activo y de seguir disfrutando de la camaradería y la competición.
Su vida, sin embargo, no ha estado exenta de desafíos. Junto a su mujer y su hija, ha enfrentado momentos difíciles que pusieron a prueba su fortaleza emocional. Pero su familia es su mayor motor, el pilar que le da fuerzas para seguir adelante, reinventarse y crecer cada día. Para Pablo, el bienestar no solo es físico, sino también emocional, y el apoyo de sus seres queridos ha sido clave en su camino.
En este momento, además de continuar con su labor como profesor y entrenador, Pablo se ha embarcado en un nuevo reto personal: correr una maratón. Su disciplina y constancia lo han llevado a mejorar sus tiempos, empujando sus propios límites con cada entrenamiento. Pero como todo deportista, sabe que el camino está lleno de obstáculos y que el cuerpo a veces pide un respiro. Es ahí donde Fisiohogar ha sido un aliado fundamental. Cuando una lesión aparece o necesita recuperar su mejor versión, confía en el equipo de fisioterapeutas para mantenerse en forma y seguir ayudando a los demás.
Pablo es un ejemplo de pasión, esfuerzo y resiliencia. Su historia nos recuerda que el movimiento no solo es ejercicio, sino también una forma de vida. Y que, con el equilibrio adecuado entre entrenamiento, descanso y cuidados, siempre se puede seguir adelante y alcanzar nuevas metas.
Porque, al final, ayudar a los demás a estar bien empieza por cuidarse a uno mismo.
Colegiado nº 3.147
Fisioterapeuta y licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte por la Universidad Europea de Madrid.
Vicedecano del Colegio de fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid.