El hombro hemipléjico doloroso tras sufrir un ictus es una secuela clínica frecuente en nuestros pacientes, pudiendo retrasar la rehabilitación.
Una de las causas de este dolor es que la musculatura que mantiene el humero en la fosa glenoidea está flácida desde las primeras fases del ictus y el propio peso del brazo puede ser suficiente para producir una subluxación de la cabeza del húmero en sentido inferior.
Para prevenir su aparición es muy importante mantener una correcta postura de la articulación tanto en la cama como a la hora de hacer las transferencias del paciente, no “tirar” del brazo ya que facilitaremos la subluxación.
Cuando se recupera el tono muscular y el movimiento activo en los músculos del manguito rotador , la correcta alineación puede ser fácilmente mantenida.
Las contracturas y/o espasticidad juegan también un papel importante en el hombro doloroso.
La espasticidad es una alteración del tono que no hay que confundir con la rigidez. En el siguiente enlace encontraréis un artículo de David Aso (@fisioaso) en el que nos explica la diferencia entre la espasticidad y la rigidez.
http://davidaso.fisioterapiasinred.com/2012/08/espasticidad-vs-rigidez.html
Otra causa de dicho dolor es que hay estructuras que pueden ser pinzadas entre la cabeza del húmero y el acromion si la escápula no se rota simultáneamente cuando se eleva o abduce el brazo.
Tu fisioterapeta te ayudara a corregir la postura de la cintura escapular y estimular desde el primer momento la actividad de los músculos estabilizadores de la articulación.