Te puede resultar curioso el título de este artículo, pero es real lo que plasma. En concreto, a través del mismo lo que intentamos desde Fisiohogar es dejar constancia de que los enfermos de Parkinson es fundamental que recurran a la utilización de la fisioterapia, ya que la misma, de muy diversas maneras y a través de distintas técnicas, lo que va a conseguir es directamente mejorar la calidad de vida que tienen. ¿Cómo? Sigue leyendo y lo descubrirás.
Interconexión entre la fisioterapia y el Parkinson
La manera en la que consiguen complementarse la citada disciplina de la salud y el también mencionado trastorno neurodegenerativo es total. Se “entienden” a la perfección propiciando que la primera se convierta en una herramienta indispensable en el día a día de quienes sufren la patología.
En concreto, les ayuda a reducir los síntomas que sufren, tales como rigidez muscular o temblores, o al menos a tenerlos bajo control.
Pero es mucho más que eso, la fisioterapia pasa a ser un instrumento vital a la hora de frenar los avances de la enfermedad y, sobre todo, aunque, a veces, no se le dé tanta importancia, a aceptarla y a adaptarse a la misma. Y es que los profesionales de esta rama también se encargan de darle pautas a sus pacientes para que puedan tener la mayor autonomía posible y para que sean conscientes perfectamente de que, aunque están enfermos, eso no significa que no puedan seguir disfrutando de una amplia libertad y de una vida lo más normal posible.
Beneficios de la fisioterapia en pacientes con Parkinson
En el apartado anterior hemos procedido a dar a conocer, en líneas generales, cómo ayuda esta rama sanitaria a quienes padecen Parkinson. No obstante, es importante entender qué beneficios concretos les permite disfrutar, pues así es como se podrá entender hasta qué punto es necesario e imprescindible que confíen en la misma:
-Les ayuda a mantener en las mejores condiciones posibles tanto la coordinación como el equilibrio y la movilidad. Todo eso sin olvidar que, de la misma manera, también es muy útil para, dentro de lo que el trastorno neurodegenerativo lo permite, mejorarlos.
-Por supuesto, es una herramienta útil para reeducar la postura.
-Otra de las grandes ventajas que trae consigo que los enfermos acudan a sesiones de fisioterapia es que les permite reducir de manera palpable tanto la rigidez muscular que sufren como los dolores que son consecuencias de la misma.
-Asimismo, no hay que pasar por alto que les es de gran utilidad a la hora de evitar caídas e incluso de rehabilitar la marcha.
-Los fisioterapeutas también señalan que los ejercicios que ellos establecen a quienes sufren Parkinson les permite a estos superar los bloqueos que les suelen suceder.
-Entre los beneficios más importantes que hay que tener en cuenta respecto a la disciplina sanitaria que nos ocupa, y que desarrollamos en Fisiohogar, está el hecho de que se convierte en un recurso estupendo a la hora de poder prevenir complicaciones no sólo vasculares sino también de carácter respiratorio. Y es que tanto unas como otras son muy habituales en personas con Parkinson.
-De manera indiscutible, las sesiones de fisioterapia son también una buena alternativa a la hora de conseguir que los enfermos puedan mantener en el mejor estado posible lo que es su tono muscular. Es más, también les puede ayudar de forma palpable a mejorarlo.
El resultado final de todos estos beneficios particulares es una gran ventaja global: les permite conservar su calidad de vida en la mayor cota, ya que esas mejoras físicas y pautas les sirven a los pacientes con Parkinson para tener un nivel de autonomía elevado, porque podrán realizar por sí mismos numerosas tareas cotidianas como peinarse, asearse o incluso levantarse de la cama.
Ejercicios principales en el Parkinson
Los fisioterapeutas especializados en el tratamiento de esta enfermedad cada vez que comienzan a trabajar con un paciente lo que hacen es establecerle un plan de ejercicio para que pueda disfrutar d de los beneficios citados. Así lo creará teniendo en cuenta desde la fase de la enfermedad en la que se encuentra hasta su edad, su estado de forma y los principales síntomas que se halla padeciendo.
No obstante, lo habitual es que apueste por determinar actividades principales como son estos:
-Ejercicios de cabeza y cuello. Consistirán básicamente en girar la cabeza hacia un lado y hacia al otro intentando tocar con la barbilla el hombro o en rotar la cabeza en el sentido de las agujas del reloj y luego al revés.
-Ejercicios para mejorar la postura. Dentro de esta categoría, se establecen actividades tales como caminar con las manos cogidas detrás de la espalda.
-Ejercicios de extremidades superiores. Estos son especialmente importantes si tenemos en cuenta que ayudarán a mejorar la coordinación y a disminuir la rigidez. En concreto, se basan en levantar los brazos hacia delante, por encima de la cabeza y hacia arriba y en llevar una mano extendida hacia adelante mientras la otra permanece en el pecho.
-Ejercicios de extremidades inferiores, como será doblar las piernas lo máximo posible y llevarlas hasta el pecho mientras se está tumbado boca arriba en el suelo.
-Ejercicios de tronco, que consistirán, sobre todo, en doblarlo hacia adelante para así mejorar el equilibrio. No obstante, también se realizarán otros que llevarán a que el paciente lo que tenga que hacer sea girarlo hacia un lado y luego hacia el otro.
Ejercicios secundarios en el Parkinson
Aunque los mencionados en el apartado anterior están considerados como los ejercicios principales, los obligatorios o los más básicos que tienen que realizar los enfermos de Parkinson, no hay que pasar por alto que existen otros que también cuentan con un gran valor. Nos estamos refiriendo a los que podríamos llamar secundarios y que o vienen a complementar a los anteriores o a educar a los pacientes en algunos aspectos concretos.
Entre los más significativos se hallan estos:
-Ejercicios de marcha, que ayudan al paciente a mantener el equilibrio, la coordinación y a poder caminar por sí solos. Básicamente consisten en marchar, teniendo al fisioterapeuta al lado o bien contando con una pared cerca por si necesita apoyarse en algún momento.
-Ejercicios de respiración, que lo que persiguen es evitar que la persona pueda sufrir complicaciones a ese nivel que puedan tener serias consecuencias en su estado físico y en su salud en general.
-Ejercicios de manos y dedos, para que los enfermos los puedan tener lo más ágiles posibles y con fuerza suficiente para agarrar los objetos. Entre las actividades que se incluyen están las de abrir y cerrar las manos, las de extender cada dedo uno por uno o las de extender la mano para luego doblarla en dirección a la muñeca.
-Ejercicios de pies, que contribuirán a potenciar el equilibrio, sobre todo. Entre los mismos destacan los que se basan en levantar los talones y los dedos mientras se está apoyado en un objeto, los de levantar los pies estando sentado o bien de pie y los de separar los pies uno del otro.
Todo esto y mucho más es lo que hace que, como dijimos en el título de este artículo, el Parkinson y la fisioterapia sean una pareja realmente perfecta.
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