Un trauma, provocado por un accidente, una enfermedad, una agresión o una complicación durante una intervención quirúrgica. Este es el origen de lo que se conoce como lesión en la médula espinal, que se convierte en una losa grave para quien la padece, pues verá mermada su calidad de vida de manera notable. De ahí que para reducir a la mínima expresión las consecuencias y las limitaciones en su día a día se recomienda que se ponga en manos de profesionales de la fisioterapia.
En Fisiohogar, por ejemplo, nuestros expertos se encargan de hacerle frente a casos como el que ahora nos ocupa. Del mismo, si quieres conocerlo en mayor profundidad, te vamos a dar ahora una serie de datos de gran interés:
¿En qué consiste la lesión?
Lesión medular
Como hemos mencionado, la lesión de médula espinal viene a ser un trauma que experimenta esta parte del cuerpo, que se traduce en que la persona pierda ciertas funciones y facultades, más aún si incluso se ha dado una sección de la médula.
Ese dato es muy importante que se tenga en cuenta, como también estos otros:
-Las personas que tienen más probabilidades de sufrir son los mayores que cuentan con problemas de coordinación y equilibrio, quienes se enfrentan a enfermedades de tipo óseo, los individuos que llevan a cabo actividades deportes extremas y de aventura…
-Se da el caso de que se calcula que los hombres están más “preparados” para hacerle frente a este tipo de lesión. Y es que los datos que se han recogido al respecto vienen a indicar que el 80% de las personas que han conseguido superarlo son varones.
-Las consecuencias más frecuentes que experimentan quienes tienen aquella son espasticidad y dolores, sin pasar por alto que se identifica a través de problemas para mantener el equilibrio, dificultades para respirar, pérdida de sensibilidad en lo que son las extremidades, bultos que aparecen en la columna vertebral…
Objetivos de la fisioterapia en lesiones de médula espinal
La fisioterapia, clave en las lesiones de médula espinal
Partiendo de la gravedad que entraña esta lesión que nos ocupa es fundamental que la persona afectada se ponga en manos de expertos en fisioterapia, que le ayudarán enormemente a poder hacerle frente a la misma. En concreto, podemos establecer que esos profesionales centrarán su trabajo en alcanzar los dos siguientes objetivos generales:
-Lograr que el paciente pueda alcanzar el mayor grado posible de independencia.
-Conseguir que goce de bienestar.
No obstante, para hacer realidad los mismos tendrá previamente que alcanzar otros más particulares o específicos como estos:
-Que la circulación sanguínea se encuentre en las mejores condiciones.
-Que la persona afectada pueda mantener la mayor movilidad posible de todas sus extremidades.
-Que se pueda ver incrementada de manera notable lo que es la fuerza muscular de lo que son las partes del cuerpo que no se han visto directamente dañadas.
-Que no se produzcan contracturas musculares que puedan resultar realmente dolorosas.
-Que el individuo pueda gozar de la mayor sensibilidad posible.
Todo esto sin pasar por alto tampoco que cuando se pone un paciente con esta lesión en manos de un fisioterapeuta este también hará todo lo que esté en su mano para evitar que pueda sufrir úlceras por pasar mucho tiempo sentado o acostado.
Ejercicios y principios de la fisioterapia
Fisioterapia y lesión medular, aliados
Una vez que conocemos todo el conjunto de objetivos que se consiguen fijar y alcanzar por parte de los profesionales sanitarios de esa rama, queda saber también cómo actúan para hacerlos realidad. En concreto, como es de imaginar, lo logran mediante la programación de sesiones de ejercicios específicos y generales combinados, tales como los que exponemos a continuación:
-Se apostará por acometer actividades que, de manera progresiva, permitan conseguir que el paciente pueda hacer la “pinza” con sus dedos. Un logro muy importante si tenemos en cuenta que le facilitará notablemente su día a día y le aumentará la autoestima, pues le permitirá que pueda conseguir tener autonomía para realizar tareas tales como coger la cuchara, peinarse, atarse los cordones de los zapatos o abrocharse los botones de la camisa o el pantalón.
-Planificará y dirigirá el fisioterapeuta ejercicios para proceder a acometer la reeducación de los músculos del paciente. Gracias a esto se mejorarán de manera contundente todos los que dan forma al cuerpo de aquel.
-Para acabar con la espasticidad y flacidez de ciertas articulaciones, el enfermo tendrá que realizar ejercicios al respecto. Nos estamos refiriendo en concreto a lo que se conoce como movilizaciones pasivas.
–Mejorar de manera progresiva el equilibrio del paciente es otra de las funciones que se pueden conseguir con la fisioterapia. En concreto, eso se alcanzará no sólo haciendo ejercicios para que empiece a estar completamente sedente sino también acometiendo actividades de bipedestación, tanto con ayudas externas como sin estas.
-Cuando se sufre una lesión medular hay partes del cuerpo que no se verán afectadas en absoluto. Pero este profesional no se olvidará de las mismas ya que es fundamental mantenerlas en el mejor estado. De ahí que planifique todo tipo de actividades al respecto.
Por supuesto, ni que decir tiene que cuando se hayan conseguido importantes avances en la rehabilitación, se empezarán con los ejercicios de reeducación de la marcha. Todo en pro de alcanzar la mayor autonomía del enfermo.
Fisioterapia respiratoria
Fisioterapia respiratoria en lesiones medulares
Como hemos podido leer, son muchos los ejercicios y actividades que el fisioterapeuta establece en pro de que el paciente con una lesión en la médula espinal pueda tener la mayor calidad de vida posible. Y eso pasa también por lograr que pueda respirar de la manera adecuada, sin necesidad de ayuda y evitando llegar a situaciones que pueden llegar a ser realmente peligrosas en ese sentido.
Por eso, dentro de la rehabilitación se deja un tiempo para lo que se da en llamar fisioterapia respiratoria, con la que se pretenden conseguir los siguientes objetivos:
-Facilitar de manera contundente que la persona pueda expulsar todas las secreciones necesarias.
–Acabar con la fatiga respiratoria que pueda sentir en algún momento.
-Mejorar e incrementar su capacidad para toser.
-Ponerle fin a la posible debilidad que pueda tener el sistema respiratorio a nivel muscular.
Esos son los fines que se establecen como prioritarios y para hacerlos realidad es imprescindible que el profesional de la fisioterapia establezca unas sesiones con ejercicios variados y útiles, adecuados a las necesidades del enfermo y al estado real de este, teniendo en cuenta criterios tales como síntomas, estado de forma o edad.
En función de todo eso planificará la realización de ejercicios variados como estos:
-Actividades que sirvan para poder entrenar lo que es el conjunto de los llamados músculos espiratorios.
-Ejercicios para aprender técnicas con las que poder controlar la respiración.
-Propuestas de ventilaciones lentas y dirigidas.
-Ejercicios de respiración con lo que son los labios fruncidos.
De esta manera, es como se conseguirá que la fisioterapia respiratoria realizada con este paciente sea totalmente efectiva y se pueda alcanzar el objetivo final de la rehabilitación: que aquel, que ha tenido que hacerle frente al duro trance de una lesión en la médula espinal, pueda tener la mayor calidad de vida posible.
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