Fases de la recuperación de una hemiplejia a través de la fisioterapia

Como ya hemos dado a conocer en artículos anteriores de Fisiohogar, la fisioterapia se convierte en una herramienta imprescindible en la vida de la persona que acaba de sufrir una hemiplejia. Y es que dicha rama sanitaria va a ser la encargada, en gran medida, de conseguir que pueda llevar a cabo una completa recuperación o, al menos, la mayor posible.

Ideas principales

La hemiplejia y la fisioterapia

La hemiplejia y la fisioterapia

Una trombosis, una hemorragia cerebral o un fuerte traumatismo son algunas de las causas que pueden llevar a que un individuo se encuentre hemipléjico. Una situación que es importante que le lleve a reaccionar cuanto antes, a poner toda su capacidad y su esfuerzo en manos del fisioterapeuta, que será el encargado de establecer los ejercicios que habrá que acometer, para que su mejora vaya incrementándose hasta poder conseguir la mayor calidad de vida posible.

Pero para eso, es importante saber varios datos fundamentales que deben ser tenidos en cuenta tanto por el profesional como por el paciente e incluso por sus familiares:

-Por regla general, cuatro son las fases en las que se divide la mencionada entidad patológica: inicial, de flacidez, de espasticidad y de recuperación relativa.

-En lo que es la primera etapa, el tratamiento fisioterapéutico, teniendo en cuenta que el enfermo esté encamado, se centrará, de modo fundamental, en los cambios posturales, para evitar que le salgan úlceras, y en movilizaciones de tipo pasivo.

-A la hora de establecer las actividades para cada fase, el experto partirá no sólo de esta sino también de la edad de su paciente, del estado de forma en el que está y, por supuesto, en cómo se ha visto afectado su cuerpo y sus funciones a consecuencia de la hemiplejia.

Fase de flacidez

Fase de flacidez, inicio del tratamiento fisioterapéutico

Fase de flacidez, inicio del tratamiento fisioterapéutico

La segunda etapa importante dentro del proceso de evolución de la hemiplejia es esta, también conocida como flácida. porque durante la misma hay una clara flacidez de la mitad del cuerpo del paciente. En concreto, se manifiesta a través del hombro que lo tiene caído, puede tener parálisis lingual, la cabeza se le inclina hacia el lado del cuerpo sano, puede ocurrir que no controle el tronco…Es decir, la mitad de su cuerpo se va a hallar “colgando”, por decirlo de una manera que pueda ser entendida por todos.

Entre uno y dos meses puede ser la duración de este periodo en el que se encuentran especialmente dañados lo que son los músculos rotadores internos, flexores y supinadores. De ahí que el profesional de la fisioterapia en el que se confíe, como los que dan forma a la plantilla de Fisiohogar, deban tener en cuenta esos aspectos para establecer el plan de rehabilitación.

De esta manera, en base a esas circunstancias, apostará por organizar sesiones que se sustentarán en los siguientes ejercicios en pro de que el paciente deje atrás esta etapa y continúe progresando:

-Ejercicios para los flexores de codo y dedos así como para los músculos aductores del miembro superior.

-Ejercicios para, en el miembro inferior, proceder a trabajar el cuádriceps y los aductores.

El resultado de los mismos será que vaya aumentando, de manera progresiva, la tonicidad de esos músculos, que estaban absolutamente “colgando”, al tiempo que va logrando poder reaccionar ante ciertos estímulos, es decir, que va consiguiendo darle forma a reflejos que parecían absolutamente desaparecidos. De esta forma lo que se alcanzará es que el enfermo en sí deje atrás esta etapa y continúe con la siguiente, la conocida por su notable espasticidad.

Fase de espasticidad

Ejercicios en la fase de espasticidad

Ejercicios en la fase de espasticidad

Si hay algo que defina a esta tercera etapa es el hecho de que el paciente se encuentra con mejores reflejos y ya ha conseguido superar la fase de flacidez de su mitad del cuerpo. No obstante, lo más significativo de todo es que su musculatura ha conseguido tener una tonicidad por encima de lo que es normal, dando como resultado que se hagan presente contracturas musculares que, entre otras muchas cosas, le generan dolores y molestias.

En concreto, los fisioterapeutas coinciden en subrayar que en este periodo, que puede alargarse semanas según cada caso, hace que el paciente presente lo que se denomina un cuadro hipertónico, es decir, que tienda a contar con una postura fija, que sufra una hipertonía muscular.

¿Qué habrá que hacer desde el punto de vista de la fisioterapia? Básicamente establecer un plan de actividades y ejercicios que vayan encaminados en estas líneas:

-Conseguir que dicha tonicidad se ajuste a unos niveles normales.

-Mejorar de manera notable lo que es tanto el equilibrio como la coordinación.

-Aumentar lo que es la sincronización de los grupos musculares.

-Lograr que el paciente puede dejar atrás la dificultad para contraer determinados grupos musculares que actúan sobre una sola articulación.

-Mejorar lo que es la capacidad de marcha.

-Evitar, dentro de lo que es posible, que aparezcan las conocidas como sincinesias que lo que van a hacer es que la persona afectada por la hemiplejia se tope con el hecho de que lleva a realizar movimientos que son absolutamente involuntarios y que van asociados a otros que sí acomete porque lo desea.

.Poner todas las medidas necesarias para conseguir evitar que el paciente pueda sufrir otras consecuencias negativas por su estado de salud, como pueden ser, por ejemplo, la periartritis o artropatías anquilosantes. Dos situaciones estas que son realmente dolorosas y que, además de sufrir físicamente, se pueden convertir en una losa para él a nivel anímico, lo que entorpecería de manera considerable su proceso de recuperación.

Fase de recuperación relativa

La última fase de un cuadro de hemiplejia es la que lleva por nombre fase de recuperación relativa y en la misma, el objetivo fundamental no es otro que conseguir la mayor recuperación funcional del paciente así como poder hacerle frente a las secuelas que le haya podido dejar la hemiplejia.

Partiendo de esa premisa nos encontramos con el hecho de que el fisioterapeuta establecerá unas pautas muy claras en cuanto al tipo de sesiones y ejercicios que debe realizar el enfermo:

-Actividades de marcha y bipedestación, para que logre la mayor autonomía posible, así como una mejora notable tanto del equilibrio como de la coordinación.

-La subida y bajada de escalones.

Ejercicios manipulativos para fortalecer y aumentar la capacidad de movilidad y agarre de la mano afectada fundamentalmente.

-Actividades de sedestación.

-Movimientos activos con lo que son los miembros superiores sin que existan problemas de desequilibrio.

–Ejercicios de movilidad espontánea.

-Actividades en pro de lo que son las habilidades motrices bimanuales.

-Ejercicios de cara a reducir de manera contundente y firme los dolores y molestias.

A grandes rasgos, estos son algunos de los planes que establecerá el fisioterapeuta para favorecer la mayor recuperación posible de su paciente afectado por una hemiplejia. Planes que adecuará a cada una de las fases de la misma y que irá analizando mediante el desarrollo de distintos balances. Unos estudios estos que utilizará para descubrir cuál era el estado inicial en el que se encontraba aquel a la hora de iniciar el tratamiento y para certificar cómo las sesiones acometidas desde el primer momento han ido permitiendo que mejore de manera notable y que, por tanto, consiga una mayor autonomía y autoestima, es decir, una mejor calidad de vida.

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