En la sociedad actual la fisioterapia se ha convertido en una rama sanitaria que juega un papel fundamental, ya que ha pasado a ser una herramienta de gran utilidad a la hora de ayudar a un sinfín de personas que ven limitadas sus funciones a nivel físico. Lo hace a través de distintas aplicaciones específicas que están centradas en determinados tipos de enfermedades o en pacientes con características concretas. Este sería el caso, por ejemplo, de la fisioterapia geriátrica.

¿Qué es?

Fisioterapia geriátrica

Fisioterapia geriátrica

Como su propio nombre ya nos viene a dejar patente, la fisioterapia geriátrica es aquella disciplina que se encarga de trabajar con pacientes que son adultos mayores y que se encuentran sanos. Es decir, con mayores que si necesitan ponerse en manos de expertos en esa disciplina sanitaria es porque el paso del tiempo, su edad, ha dado lugar a que estén viendo mermada de manera notable su autonomía. Una situación esta que, en muchas ocasiones, puede ir asociada a factores tales como a ciertas circunstancias que pueden desencadenar en patologías crónicas, con molestias y dolores de cierta gravedad.

No obstante, también puede tratar con personas de esas características que, además, estén comprobando cómo sus capacidades funcionales han disminuido de forma contundente por falta de actividad o porque han permanecido inmovilizadas, a causa de situaciones tales como una fractura de cadera, una patología que les ha llevado a permanecer en cama varios días o incluso un accidente de tipo vascular.

Por tanto, podemos decir, para resumir, que es una disciplina específica dentro de la geriatría en general que está adaptada y centrada en lo que son pacientes que forman parte del sector de la población conocido como Tercera Edad.

¿De qué se encarga?

Fisioterapia para ayudar a mayores

Fisioterapia para ayudar a mayores

Partiendo de todo lo que nos hemos adentrado ya en la fisioterapia geriátrica, nos podemos hacer una idea muy clara de cuál es su labor. No obstante, vamos a exponerla más claramente.

En concreto, podemos determinar que se desarrolla sustentándose en unos principios y finos muy contundentes, como son los siguientes:

Tratamiento preventivo para lograr que los pacientes puedan mantener al mayor nivel posible lo que es el conjunto de sus capacidades funcionales. Y es que esto no sólo les permitirá gozar de una marcada autonomía e independencia en su día a día sino que además les conseguirá tener la autoestima en las cotas más elevadas.

Tratamiento de reeducación en el momento que se considere oportuno y cuando se detecten determinadas deficiencias motrices, que no sean consecuencia de graves enfermedades sino sencillamente de ciertas complicaciones musculares o nerviosas. Complicaciones estas que, por regla general, suelen ser fruto de la edad y de las huellas que el paso del tiempo va dejando en el cuerpo.

Tratamiento de rehabilitación en el caso de personas mayores que hayan sufrido algún tipo de patología que ha generado, sobre todo, lo que son situaciones invalidantes que han afectado a su sistema circulatorio, motor o cardiorrespiratorio.

Básicamente estos son los tres grandes tipos de tratamientos que los expertos en fisioterapia geriátrica, entre los que se encuentra también la plantilla que tenemos en Fisiohogar, desarrollan en pro de que todos y cada uno de sus pacientes puedan contar con la mayor calidad de vida posible. Estos, en base a la situación en la que se encuentren dichos mayores, optarán por establecer una u otra de esas sesiones específicas con el claro objetivo de poder conseguir los mejores resultados.

¿Qué consigue la fisioterapia geriátrica?

Mantenimiento de la autonomía gracias a la fisioterapia geriátrica

Mantenimiento de la autonomía gracias a la fisioterapia geriátrica

Muchos y variados son los logros que consiguen los pacientes que se ponen en manos de los fisioterapeutas geriátricos, ya que dependerán de la situación por la que se hayan puesto a trabajar con estos profesionales.

No obstante, a pesar de eso, podemos determinar que esta rama sanitaria específica consigue a nivel general logros tan importantes y significativos como estos que damos a conocer a continuación:

-Mantener y mejorar si fuera posible lo que es la fuerza de los músculos.

-Mantener e incluso aumentar de forma contundente en muchos casos lo que es la movilidad de todas y cada una de sus articulaciones.

-Conseguir que el equilibrio y la coordinación sean los mejores posibles, evitando así que sufran caídas y logrando, al mismo tiempo, que puedan tener la mayor independencia y autonomía posibles. Un objetivo este que, además, permitirá que los pacientes gocen de una estupenda autoestima, lo que podrá evitar que caigan, por ejemplo, en las garras de cuadros depresivos.

-Consolidar y certificar un óptimo patrón de marcha.

-Disminuir contundentemente lo que son los dolores y molestias que puedan estar sufriendo por alguna enfermedad o patología de carácter crónico.

-Fortalecer el organismo para reducir de manera contundente las posibilidades de que puedan experimentar caídas o problemas óseos, como puede ser, por ejemplo, la osteoporosis.

-Mejorar de forma notable lo que es la circulación sanguínea.

-Mantener y fortalecer los distintos sistemas del organismo para que se encuentren en los mejores estados posibles desde el sistema respiratorio hasta el cardiovascular pasando por el circulatorio.

-Conseguir crear un hábito de ejercicio, que aporta salud y bienestar tanto a nivel físico como mental.

-Recuperar las funcionalidades físicas perdidas de manera momentánea por culpa de un periodo en cama.

Una larga lista de objetivos y resultados los que se pueden conseguir mediante esta rama fisioterapéutica específica. De ahí que se pueda entender perfectamente que cada vez sea más solicitada y ocupe un papel más importante en la sociedad actual.

Ejercicios fundamentales

Sesiones de fisioterapia geriátrica

Sesiones de fisioterapia geriátrica

Como hemos dado a conocer en varios apartados de este artículo, distintos son los motivos que pueden llevar a una persona mayor a ponerse en manos de este tipo de fisioterapeutas. Y esa circunstancia propiciará que desarrolle sesiones donde primen unos ejercicios u otros.

No obstante, eso no significa que no existan diversas actividades que se consideran fundamentales dentro de esta disciplina porque logran resultados generales de mejora de la funcionalidad. Nos estamos refiriendo a propuestas tales como estas:

Ejercicios de flexibilidad y movilidad articular, que ayudarán, sobre todo, a conseguir que el paciente pueda tener un estado de forma saludable y agilidad.

Ejercicios de fortalecimiento muscular, en los que se puede recurrir a la utilización de mancuernas y que, según indican los fisioterapeutas especializados, son de mucha ayuda para frenar y reducir considerablemente la pérdida de masa muscular que va asociada a la edad. Además, claro está, mejoran lo que es el tejido de los músculos.

Ejercicios para mantener y aumentar el equilibrio. En este caso, uno de los más frecuentes consiste en que el paciente, de pie, se apoye únicamente sobre uno de sus pies mientras el otro permanece en el aire sin tocar el suelo. Una actividad esta que se puede acometer tal cual o bien contando con algún tipo de apoyo monopodal.

Ejercicios para consolidar y mejorar el control postural. Entre los más habituales están caminar en línea recta sobre los talones o sobre las puntas de los pies.

Ejercicios de resistencia que, entre otras muchas cosas, serán de gran utilidad a la hora de conseguir no sólo aumentar la misma sino fortalecer lo que es el sistema circulatorio y el corazón.

Todo en pro de que las personas mayores puedan sentirse felices, con una estupenda calidad de vida, independientes y con mucha energía.

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