edema esguince

En el anterior artículo hablamos de la definición de un esguince, sus mecanismos de lesión y la clasificación del mismo según su gravedad. Hoy nos vamos a centrar en el aspecto donde mayor importancia cobra la fisioterapia, el tratamiento y futura recuperación.

Lo primero que hay que tener en cuenta es que en casos de esguince leve o moderado (grado 1 o 2) no hay que inmovilizar completamente el tobillo. Poner una escayola en un tobillo con esguince ayuda a prevenir un mal apoyo pero a nivel de una correcta y rápida recuperación tiene más consecuencias negativas que positivas: El tobillo va a sufrir mayor rigidez, la musculatura se debilitará más y todo ello va a provocar una recuperación más lenta y mayor probabilidad de repetición de la lesión.

Así pues, lo más indicado sería colocar un vendaje funcional, que limite ciertos movimientos pero permita cierta movilidad, manteniendo la propiocepción y reduciendo notablemente el tiempo de recuperación.

Tratamiento.

Vamos a englobar tanto el esguince leve o moderado bajo el mismo tratamiento, diferenciado por fases. Como ya dijimos, en los casos de esguinces más graves, al requerir cirugía rehabilitación posterior sería diferente por lo que nos vamos a centrar en los dos primeros grados.

En fase aguda

(24-48h) el objetivo principal será reducir el edema y el dolor inicial. La aplicación de hielo local nos servirá para ambos propósitos. Para facilitar la reducción del edema también es conveniente mantener el pie en alto.

En cuanto el dolor lo permita es conveniente ir apoyando el pie progresivamente. Para ayudar a hacerlo con seguridad es conveniente colocar el vendaje funcional previamente comentado, limitando el movimiento que ha provocado la lesión pero permitiendo todos los demás, conservando así la fuerza de la musculatura involucrada y la propiocepción de la articulación. A pesar de poder apoyar el pie, no es recomendable retomar una actividad deportiva habitual ya que existe riesgo de recaída de la lesión

Fase subaguda.

Tras pasar las primeras horas, los objetivos continúan siendo los mismos pero podemos aumentar ligeramente de intensidad. La inflamación habrá bajado considerablemente pero sigue habiendo riesgo de lesión, así pues continuaremos con el vendaje funcional pero podemos empezar a movilizar la articulación y a hacer ejercicio de forma leve si el dolor lo permite.

A partir de la semana y hasta varios días/semanas después hay que recuperar la actividad normal en la medida de lo posible, trabajando la fuerza muscular y la propiocepción, así como recuperar la movilidad total de la articulación. Para todos estos propósitos el fisioterapeuta podrá explicar variados ejercicios a realizar. En este punto ya se puede empezar a retomar cierta actividad deportiva.

Resumen.

Los tiempos arriba indicados son orientativos y pueden variar según el grado de la lesión y según el paciente por lo que el fisioterapeuta deberá adaptar el tratamiento a cada caso particular. Sin embargo, los objetivos principales serán comunes: Rebajar la inflamación y el dolor, prevenir/mantener fuerza muscular y propiocepción para después reentrenarlas a la vez que volvemos a recuperar la movilidad total de la articulación.

Published On: 3 noviembre, 2017 / Categories: fisioterapia deportiva /