¿Qué son las agujetas?

El dolor que típicamente denominamos agujetas, y que se causa después de un ejercicio que se ha realizado con una intensidad superior a la que estamos acostumbrados sigue siendo en parte algo desconocido. Si nos vamos a la RAE, encontramos una escueta definición: “Dolor muscular tras un esfuerzo no habitual e intenso”

Esta definición nos deja bastante fríos y podríamos considerarla como simplista. Vamos a indagar un poco más.

Se ha estudiado, que esta incómoda sensación que afecta a la musculatura, más que dolorosa es una sensación de rigidez y aumento de sensibilidad. De forma característica se siente únicamente cuando el músculo se ve sometido a estiramiento, aumento de presión o se le solicita alguna contracción y esa sensación desaparece por completo cuando la musculatura está en reposo. Con lo cual, sería más correcto definirlo como una hiperalgesia mecánica muscular de aparición tardía, no tanto “dolor” sin más.

El periodo de aparición normal de esta sensación, va en aumento durante las 24 horas posteriores al ejercicio que las provoca, y alcanza su pico entre las 24 y 72 horas posteriores. No es normal que duren más de 7 días después del ejercicio que las desembocó.

¿a qué se deben las agujetas?

Hay diversas teorías en cuanto al origen de las agujetas.

  1. Extravasación de encimas: Después de un micro trauma, el calcio que normalmente se almacena en el retículo sarcoplasmático se acumula fuera del mismo. Esta acumulación de calcio disminuye el flujo de ATP, y activa células encargadas de la degeneración de fibras musculares, lo que resulta en inflamación y por lo tanto, dolor.
  2. Acumulación de ácido láctico: Una teoría antigua pero que ha sido revisada recientemente aseguraba que era debido al ácido láctico (por entonces se pensaba que se continuaba produciendo después del ejercicio y que era tóxico). El ácido láctico es un residuo metabólico que posteriormente se ha descrito como producto normal de la contracción muscular no tóxico y también, que vuelve a niveles normales después de una hora de ejercicio, por lo tanto, quedó descartado.
  3. Micro-roturas: Hoy en día, la comunidad científica, acepta que son resultado de micro-roturas dentro de la fibra muscular que se producen durante el ejercicio, más precisamente en la línea Z de los sarcómeros. La presencia de dolor, se atribuye a que los nociceptores (receptores del dolor) contenidos en el tejido conectivo dentro de las fibras musculares se ven sobreestimulados y dan por lo tanto sensación de dolor.

Prevención y tratamiento

Si las agujetas duran más de 7 días hay que pensar en alguna otra lesión.

La forma de prevención más útil, es no hacer un incremento muy importante en la intensidad del ejercicio al que se esté acostumbrado, si no seguir una progresión y un programa de entrenamiento. Es muy interesante saber que las contracciones excéntricas son más propensas a dar lugar a agujetas que las concéntricas, y se está aún estudiando a qué es esto debido.

Está por demostrar de forma fehaciente que los estiramientos estáticos y el calentamiento no ayudan a prevenir las agujetas.

¿Cual es el tratamiento?

En cuanto al tratamiento, no, un vaso de agua con azúcar no es solución. Como hemos comentado, la incómoda sensación va a disminuir desde las 72 horas y si dura más de 7 días, quizás sea algo más grave que simples micro-roturas fibrilares. Cualquier efecto mecánico que aumente el flujo sanguíneo de la zona como masoterapia, baños de crioterapia, termoterapia, vibraciones va a ayudar a que la regeneración sea más eficiente, y por lo tanto, más rápida.

No obstante, la percepción de pacientes y deportistas es que la mejor forma de hacer desaparecer las agujetas, es repetir el ejercicio que las provocó de forma menos intensa, esto se conoce como analgesia inducida por el ejercicio, pero no ha sido aún investigado de forma sistemática.

Published On: 11 enero, 2017 / Categories: Fisiohogar /