El hombro congelado es un dolor intenso y continuo en el hombro que además lo vuelve rígido y limita la capacidad de movimiento. Es la llamada capsulitis adhesiva, que suele manifestarse con más frecuencia en mujeres entre los 40 y los 60 años. En su tratamiento son fundamentales las sesiones de ejercicios fisioterapéuticos.

En los casos más graves se puede recurrir a la cirugía, pero es más habitual poder lograr una mejora importante con una programación de ejercicios continuada. A veces también se combina con antinflamatorios que contribuyen a mitigar el dolor.

Tratamiento

Una vez que le hayan diagnosticado hombro congelado, no deje pasar más tiempo y comience cuanto antes con los ejercicios que, según las peculiaridades de su caso, le recomiende su fisioterapeuta. Es importante que siga las indicaciones que le den y no amplíe o reduzca tanto la frecuencia como la intensidad de los ejercicios.

En general se aconseja realizarlos una vez cada hora o al menos unas cuatro veces a lo largo del día. También suele resultar efectivo aplicar calor húmedo en la zona del hombro antes de comenzar con los ejercicios, de esta manera se frena el dolor y podrá aumentar la movilidad para realizar los movimientos oportunos.

Con el tratamiento de fisioterapia se sentirá pronto mejor, pero sea cauteloso y no se lance a hacer ejercicios para fortalecer el hombro  hasta que haya recuperado la movilidad.

Ejercicios

Respecto al tipo de ejercicios que le aconsejará su fisioterapeuta para tratar el hombro congelado, muchos de ellos se centrarán en el estiramiento de los hombros y la movilidad. A continuación le describimos algunos de los más habituales:

  • Estiramiento pasivo. El ejercicio busca la rotación externa del hombro para lograrlo colóquese frente a una puerta y flexione el brazo hasta formar un ángulo de 90º y agarre el marco de la puerta. En esa posición gírese de forma lenta y cuando llegue a lo máximo posible mantenga la posición unos segundos.
  • Estiramiento con cruce. Mueva el brazo con el hombro congelado delante de su pecho y diríjalo hacia el lado opuesto todo lo que pueda sin que llegue a sentir dolor.
  • Flexión hacia adelante. Tumbado boca arriba y estirado ayúdese del brazo sano para levantar el brazo afectado por encima de la cabeza hasta que no pueda avanzar más. Mantenga la posición unos minutos y vuelva a la posición de inicio.
  • Péndulo. Relaje el brazo con el hombro congelado, dejándolo totalmente suelto y comience a realizar movimientos pendulares.
  • Arrastre por una pared. Coja una pelota con las dos manos y apoye el balón sobre una pared, después comience a arrastrarla hacia arriba, lo máximo que llegue. Mantenga la posición y de la misma forma vuelva a la posición de partida.
Published On: 19 junio, 2015 / Categories: Dolores articulares y musculares /