Todos sabemos lo importante que es respirar en nuestras vidas, es lo más importante para continuar viviendo y también es algo que hacemos involuntariamente, no nos damos cuenta de que lo hacemos hasta que sucede algo, generalmente enfermedades de tipo respiratorio o episodios o eventos traumáticos/sorpresivos que hacen que literalmente se nos corte la respiración mientras el evento acontece.
Existen varios tipos de respiración, la respiración costal o superior que la realizamos de manera superficial y mediante la cual entra muy poco flujo de aire en nuestros pulmones y la respiración diafragmática, que es la ideal para realizarla en nuestro día a día, basada en movilizar el abdomen, elevándolo cuando inspiramos y vaciándolo cuando espiramos (dejando el aire fuera). Un ejemplo de ésta última es la respiración que observamos en los bebés.
Pues como cualquier aparato de nuestro cuerpo, la respiración también se puede entrenar y se puede aprender a respirar de la mejor manera posible. De esta forma se evitarán varios problemas cotidianos que nunca relacionaríamos con este ejercicio respiratorio involuntario mal realizado, es decir, utilizar la respiración superficial. Tales males son: contracturas musculares en la zona anterior y lateral del cuello sobre todo, que en varias ocasiones nos producen dolor de garganta, inexplicable si no hemos cogido un catarro; problemas de ansiedad, estrés y nerviosismo producidos en nuestra vida diaria hacen también que respiremos de forma superficial y como consecuencia aparezcan dolores en la zona esternal, en las primeras costillas o zona pectoral, etc.
Para reeducar nuestra respiración es necesario ponerse en manos de un fisioterapeuta que haga un estudio de nuestro modo de respirar: observar la biomecánica del movimiento respiratorio de cada individuo personalmente, comprobar la capacidad pulmonar mediante ejercicios de espiración e inspiración con ayuda de espirómetros, tomar la cantidad de O2 en sangre para saber la concentración de oxígeno que hay en el organismo y por último enseñará pautas y se explicarán una serie de ejercicios respiratorios para fomentar la buena ejecución de la respiración diafragmática.
No obstante, es importante que todos sepamos que en situaciones difíciles, estresantes o que nos generen ansiedad siempre es mejor parar unos minutos y realizar unas diez respiraciones diafragmáticas para relajar tensiones y poder afrontar el problema con mayor calma.
Colegiada nº 3043
Graduada en Fisioterapia por la Universidad de Málaga