LA OSTEOARTROSIS.
Muchas veces oímos mencionar a un paciente “ya se van notando los años” o “no soy tan ágil como antes”. El paso de los años va acompañado de cambios degenerativos que afectan a todos los tejidos del cuerpo en diverso grado, y progresa con velocidades distintas. Muchas veces es difícil determinar hasta qué punto es normal o fisiológico y en qué momento se vuelve anormal o patológico.
A este proceso de cambios por el envejecimiento, a nivel de nuestras articulaciones se conoce como “Artrosis o Osteoartrosis”.
La osteoartrosis es una afección degenerativa que afecta a las articulaciones y normalmente aparece en la tercera etapa de la vida (después de los 50 años) pero su incidencia depende de factores como la edad, el sexo, la obesidad y los riesgos profesionales. También hay factores genéticos, metabólicos, endocrinos, anatómicos e inflamatorios que pueden predisponernos a desarrollar la osteoartrosis.
En sentido clínico hablamos de osteoartrosis cuando los síntomas y signos de una o más articulaciones parecen desproporcionados a la edad cronológica del paciente.
Los primeros signos radiológicos que se presentan es el reblandecimiento del cartílago hialino de articulaciones sinoviales .Siendo la función del cartílago proporcionar una almohadilla firme, compresible y casi desprovista de roce, sobre la que se realizan los movimientos de la articulación; al perder sus características la articulación se deforma y su movilidad se ve afectada.
Otros signos radiológicos que encontramos es el estrechamiento del espacio articular, la formación de osteofitos, la esclerosis subcondral, y la deformidad.
Con frecuencia los síntomas no suelen guardar relación con los hallazgos radiológicos, hasta que la osteoartrosis ataca a las grandes articulaciones que soportan peso (caderas y rodillas); o en la columna (zona lumbar y cervical). Estos síntomas son dolor en la zona articular de tipo mecánico (al movimiento), una disminución de la movilidad progresiva y la aparición de deformidades.
La fisioterapia en la osteoartrosis ha de tener cuatro grandes metas:
- Mantener las amplitudes articulares
- Mantener la fuerza de los músculos periarticulares
- Luchar contra las retracciones y el dolor
- La enseñanza de un tipo de vida de economía articular
También ha de participar en el tratamiento profiláctico mediante la corrección de las deformidades de la estática general y la prevención de traumatismos.
El mantenimiento de la amplitud articular se hace movilizando la articulación sin carga, es muy recomendable los ejercicios en agua, donde la flotación reduce el efecto del peso sobre las articulaciones.
Se realizan ejercicios de tonificación de la musculatura que actúa sobre la articulación. Generalmente ejercicios isométricos, y ejercicios isotónicos reduciendo la descarga de peso sobre la articulación.
El dolor se maneja con agentes físicos, calor local en sus diferentes formas (compresas, parafina, baños por inmersión). También se recomienda el masaje descontracturante
Uno de los roles más importantes que tiene el fisioterapeuta en el manejo de los pacientes con osteoartrosis, es la enseñanza de cómo debe el paciente realizar sus actividades cotidianas para prevenir y reducir los efectos sobre las articulaciones afectadas. La corrección de la postura, el tipo de marcha; siendo a veces necesaria la indicación de usar ayudas para esta (bastones, muletas o andadores).
Como conclusión podemos reseñar que aunque las Osteoartrosis es un proceso de desgaste de nuestras articulaciones, más lento o más rápido según sea el caso; no es el fin de nuestra vida activa. Contar con un Fisioterapeuta que realice un programa de tratamiento, adecuado para ti; va a prolongar tu vida activa así como reducir los desagradables síntomas que se puedan presentar.
Contacta con nosotros que en Fisiohogar estamos para ayudarte y aconsejarte.
Colegiada nº 6055
Diplomada en fisioterapia en la Universidad central de Venezuela, Caracas