La postura es una composición de la posición de todas las articulaciones del cuerpo en todo momento. La postura correcta implica un mínimo de tensión y rigidez, que conduzca a la máxima eficacia en la utilización del cuerpo; este modelo es el de la alineación esquelética.
La posición de una articulación está condicionada por la acción de la musculatura que actúa en ella. Por lo que podemos concluir que en una posición habitual, existe una correlación entre la alineación de las estructuras ósea y la actividad muscular.
El desequilibrio muscular en la postura tanto por una parálisis como por la contractura muscular, conducen a una pérdida de movimiento, estabilidad y a deformidades. Entre estos extremos existen varios grados de debilidad y retracción muscular que afectan la lineación de los segmentos corporales y la postura del cuerpo completo.
Una postura viciosa, o defecto en la alineación postural, nos habla de una pérdida de balance entre la musculatura que trabaja en dicho segmento; presentándose músculos ligeramente retraídos que tienden a ser más fuertes y músculos elongados mucho más débiles.
Hablamos de defecto de alineación cuando la desviación es persistente y severa; y un defecto de movilidad cuando los movimientos están limitados o son excesivos.
Desde el punto de vista mecánico, los defectos de alineación y movilidad crean dos tipos de problemas: compresión indebida en las superficies articulares produciendo un desgaste de la superficie articular; y tensiones sobre tendones y músculos.
Para mantener una posición de buena alineación, debe existir un equilibrio adecuado entre los grupos musculares opuestos. Se produce desequilibrio muscular cuando se ejercitan persistentemente un músculo para fortalecerlo y no se fortalece también el músculo opositor; así como mantener un músculo en posición retraída persistente y los opositores elongados
El que la postura defectuosa puede producir condiciones de dolor es un concepto generalmente aceptado. Aunque en algunos casos posturas defectuosas pueden ser totalmente asintomáticas, por regla general siempre van a generar problemas. El concepto de que los efectos acumulativos constantes o repetidos a través de un largo período de tiempo pueden llevar a los mismos problemas que una tensión súbita severa. Los casos de dolor postural son extremadamente variables en la forma de inicio y en la severidad de los síntomas.
PAPEL DE LA FISIOTERAPIA.
El papel del fisioterapeuta es evaluar la postura del paciente, pruebas musculares y funcionales, las actividades ocupacionales y de recreo deben ser consideradas a la hora de evaluar y prescribir el tratamiento y como causales de los defectos posturales; por lo que deben modificarse dichos patrones para tratar con eficacia la condición.
Una vez hecha dicha valoración diseñará un plan de tratamiento que implicará tratar el dolor por las contracturas, elongación de las retracciones y un programa de ejercicios cuyo principio será la prevención y corrección de posturas defectuosas.
El programa de ejercicios debe aspira a mejorar la flexibilidad, la fuerza, la resistencia y el equilibrio muscular. Este equilibrio muscular involucra el restablecimiento de la fuerza y la longitud normales. Es más importante establecer el equilibrio muscular entre el agonista y el antagonista de un movimiento que asegurar el máximo de fuerza en un músculo específico.
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Colegiada nº 6055
Diplomada en fisioterapia en la Universidad central de Venezuela, Caracas