¿Quién no ha sufrido un esguince de tobillo?, no necesitamos ser deportistas o aficionados a las actividades extremas para sufrirlo. Es imprudente diagnosticar todas las lesiones del tobillo como un “simple esguince”; pues esto niega al paciente el tratamiento adecuado, y una total recuperación.
Un esguince es la afección resultante de una distensión forzosa y violenta más allá de los límites fisiológicos de la movilidad de una articulación, sin desplazamiento óseo permanente.
El esguince de tobillo es la lesión dolorosa más frecuente de la zona y varía desde la simple distensión de los ligamentos laterales de la articulación, hasta la ruptura de los mismos.
La articulación del tobillo está formada por el hueso astrágalo, la tibia y el peroné; y es estable por virtud de su configuración mecánica y su soporte ligamentoso. El astrágalo no tiene inserción de músculos, está encajado entre los maléolos (el del peroné y el de la tibia) y alineado directamente debajo de la tibia.
La articulación del tobillo presenta mayor inestabilidad en la flexión plantar (llevar el pie hacia abajo), y es en esta posición donde la inversión (movimiento del talón hacia adentro) o la eversión (movimiento del talón hacia afuera) forzadas entrañan estiramiento de los ligamentos laterales. Ello ocurre al correr, caminar sobre terreno irregular, efectuar actividades atléticas o usar zapatos de tacón alto cuando no se está acostumbrado a ello.
En los esguinces de tobillo se distinguen dos tipos:
A.- El esguince en inversión o tibiotarsiano externo, el más frecuente
B.- El esguince en eversión o tibiotarsiano interno, que muchas veces se acompaña de fractura maleolar
Esguince de tobillo en eversión
Esguince de tobillo en inversión
Desde el punto de vista de la gravedad de la lesión:
1.- Esguince benigno: en el que habrá un simple estiramiento con rupturas fibrilares leves que provocan una respuesta vaso motriz y una impotencia funcional moderada.
2.- Esguince medio: con elongación ligamento-capsular o ruptura de los fascículos ligamentosos.
3.- Esguince grave: con ruptura ligamentosa y capsular que muchas veces exige tratamiento quirúrgico.
El tratamiento de urgencia cuando ocurre un esguince o torcedura es igual para todos los esguinces sin importar el tipo, y sin saber exactamente la gravedad del mismo.
- Vendaje para inmovilizar la articulación
- Elevación de la pierna
- Bolsa de hielo
- Prohibido el apoyo y las pomadas analgésicas
Posterior a que el paciente sea evaluado por un médico y realizadas las pruebas pertinentes para el diagnóstico definitivo del grado de lesión que se ha producido, es importante que el paciente acuda al fisioterapeuta. Es el profesional que está capacitado para diseñar un programa de recuperación adecuado para cada tipo de lesión.
Ejercicio de propiocepción
Por leve que haya sido nuestro esguince, y el médico nos haya recomendado sólo una semana de reposo; es importante recordar que hay unos ligamentos que han sufrido y necesitamos recuperarlos, así como una musculatura que después de una semana de inmovilización, ha perdido fuerza y tono. La inmovilización debería ser el periodo más breve posible y tan solo en el caso de tener una fisura deberíamos recurrir a la escayola para inmovilizar la zona.
En nuestra experiencia en el campo de la rehabilitación a lo largo de los años hemos llegado a la conclusión que los ejercicios de la articulación del tobillo van desde ejercicios de fuerza moderada para las fases iniciales del tratamiento; y continuar ya en etapa avanzada con bandas elásticas en resistencia máxima, así como los ejercicios propioceptivos.
Un buen programa de rehabilitación realizado por fisioterapeutas, garantiza una vuelta a tus actividades diarias y deportivas con menos riesgos de reincidir en la misma lesión.
Colegiada nº 6055
Diplomada en fisioterapia en la Universidad central de Venezuela, Caracas
