En este blog os hemos hablado en multitud de ocasiones de la importancia de la fisioterapia en patologías como el alzheimer o el parkinson, tras sufrir un ictus o después de una cirugía de rodilla o cadera, pero hoy nos gustaría dedicar la entrada a los cuidadores de esos enfermos que les ayudan durante su día a día hasta su recuperación.

Los cuidadores, en su mayoría mujeres, sufren a menudo las consecuencias de la falta de autonomía de la persona dependiente, pudiendo, si no toman las precauciones adecuadas, desarrollar alguna lesión.

 

Desde aquí queremos ofrecer algunos consejos y pautas:

  1. Cuidar al otro pero también CUIDARSE A UNO MISMO: es muy habitual que el cuidador, y más si es un familiar cercano, se olvide de sus propias necesidades y de su propia salud. Ante una situación de agotamiento y estrés es importante pedir ayuda.
  2. REALIZAR EJERCICIO, que ayudará a desconectar de las tareas del día a día y a mejorar el estado de ánimo pero también fomentará una mejora del estado físico. Haciendo ejercicio de forma regular se fortalecen huesos y articulaciones, mejora la flexibilidad, la coordinación, etc.
  3. TENER BUENOS HÁBITOS POSTURALES: cuidar la postura y movilizar o cambiar de posición de manera correcta a la persona que se cuida.

EJEMPLOS:

SENTAR A UN PACIENTE QUE SE ENCUENTRA TUMBADO

Se coloca al paciente que está tumbado boca arriba de lado. Para ello abrimos el brazo del lado hacia el que va a girar y flexionamos la rodilla y la cadera del lado contrario. Atraemos hacia nosotros la rodilla flexionada y vamos girando el tronco, ayudándonos también desde la cintura escapular. Con la pierna de apoyo también flexionada, el cuidador pasa uno de sus brazos por debajo de la cabeza y con el otro rodea las piernas a la altura de las rodillas. Por último, se sacan las piernas de la cama, elevando y rotando el cuerpo del paciente con un movimiento coordinado.

DE SEDESTACIÓN A BIPEDESTACIÓN

El cuidador se coloca frente al paciente, que se encuentra sentado en la cama o en una silla, y le pide que le rodee su espalda con los brazos. El cuidador debe colocar sus manos por detrás en la pelvis del paciente, y con sus rodillas bloquear las del enfermo para evitar que estas se vayan hacia delante. Para incorporar al paciente, el cuidador debe inclinar el tronco del enfermo hacia delante para después con la ayuda de sus manos y el movimiento del cuerpo, levantarle.

https://www.colfisio.org/atencion_a_consumidores_y_usuarios/consejos_al_ciudadano/7__Guia_del_Cuidador_Habitos_y_consejos_posturales.html