El parkinson, también  conocido como “parálisis agitante” es una enfermedad neurodegenerativa, aunque el proceso es lento tiene un carácter invalidante tanto en la actividad física como a nivel cognitivo y social. Esto les hace más susceptibles de sufrir depresiones o adicciones.

El parkinson se caracteriza por un déficit de la neurona productora de dopamina, esto comienza  en la segunda mitad de vida pero no serán visibles sus síntomas hasta que no se produce una pérdida del 80% de las neuronas.

Según el estadio en el que nos encontremos tendremos distintos síntomas:

  1. Inicio del proceso: los 3 primeros años de enfermedad nos encontraremos lo conocido como “tríada parkinsoniana” espasticidad, hipertonía y aquinesia.
  2. Trastornos posturales: a los 6 años de evolución comienzan a ser notables la actitud cifótica de la columna.
  3. Trastornos en el equilibrio y pérdida de los reflejos posturales y de enderezamiento.
  4. Entorno a los 9 años de evolución, incapacidad para realizar las AVD, empiezan a estar inactivos en cama o silla. Conocido como fenómeno on-off.
  5. Entre los 9 y los 16 años de evolución encontraremos problemas respiratorios y estreñimiento por la escasa actividad y movimiento.

Realizaremos una valoración para poder ver los déficits y las necesidades de nuestro paciente:

  • Examen objetivo: estado físico, tipo desplazamiento, desnutrido, úlceras por presión.
  • Interrogatorio: obtener perfil estado anímico (preguntar por dificultad para las AVD)
  • Nivel sensorial: reconocimiento del movimiento, discriminación de objetos, exploración esterognosia.
  • Valoración muscular y articular. Trofismo y recorridos.
  • Marcha, equilibrio y coordinación: modelo de marcha, cambios de posición, coordinación óculo-manual, destreza AVD.

El tratamiento y los objetivos de fisioterapia será personalizados para cada paciente en función de la valoración.

En las primeras fases buscaremos la corrección de la postura, mantenimiento de las reacciones de equilibrio y del rango articular, y reeducación de la marcha. Para ello realizaremos técnicas de relajación para disminuir la espasticidad, movilizaciones activo-asistidas para mantener el rango articular y ejercicios de equilibrio, coordinación y marcha.

También tenemos que enseñar ejercicios respiratorios aunque no haya afectación en ese momento porque es muy importante la prevención.

A medida que vaya avanzando la enfermedad el tratamiento irá encaminado a evitar deformidades y UPP. Le enseñaremos cambios posturales y transferencias para pasar de la cama a la silla y al baño.

También le enseñaremos a la familia estrategias para el manejo a la hora de vestirlo, acomodarlo, asearlo y darle la comida. Con la ayuda de un terapeuta ocupacional les enseñaremos ayudas técnicas para adaptar el entorno y hacer más fácil su día a día.

Si tienes algún familiar afectado de Parkinson en Madrid y quieres que nos acerquemos a realizar una valoración de su estado, no dudes en contactar con nosotros.