DIEZ ESTRATEGIAS PARA PODER VOTAR SIN LESIONARSE

Se acerca el día de las elecciones y la tensión puede jugarnos malas pasadas. Así que desde mis conocimientos en fisioterapia quiero ayudaros haciendo prevención con estos simples consejos para no tener que acudir a nosotros después del domingo electoral.

  1. Evite las horas punta: Estar de pie en una fila esperando para votar conlleva tensiones musculares en típicas regiones como la zona lumbar, cervical o las rodillas. Además a la circulación sanguínea no le suele gustar mucho y luego molestan las piernas y duelen. Si no le queda más remedio y se encuentra con 40 personas delante, mueva los pies, taconee y baile por toda la sala, la gente de su alrededor lo agradecerá. Pero si puede, intente ir en horarios donde pueda llegar, votar sin esperar y largarse a disfrutar.
  2. Evite carreras de última hora y, si aún así, tiene el tiempo muy ajustado, dos minutos previos de calentamiento le pueden ahorrar lesiones indeseadas de rodilla. Caliente, corra, vote y no se olvide de estirar. (Un fisio recomendando estirar ¡qué ocurrencia oye!)
  3. Los listados de papeles donde aparece su nombre y la mesa que le corresponde deberían colocarse a la altura de los ojos y deberíamos poder sujetarlos con las manos sin que el hombro supere los 90º de flexión. Si supiera de antemano que no los va a encontrar a la altura adecuada le sugiero que acuda con una pequeña escalera para asegurarse que protege sus hombros, a nadie le parecerá raro y su hombro será primordial para poder proceder a la posterior introducción del voto en la urna.
  4. En el momento de coger papeletas y sobres colóquese frente a la que usted desea. Si tiene personas delante espere hasta que se retiren o levemente y sin violencia, por favor, insinue que necesita ocupar esa posición por un momento. Mejor molestar a tiempo que luxarse un hombro intentando alcanzar algo. Por esta misma razón procure no quedarse hablando con los vecinos en frente de la mesa de papeletas. Apártese a otro lugar donde no moleste y donde no sintamos que están mirando lo que votamos. Facilite la labor a sus conciudadanos, todos se lo agradeceremos.
  5. La apertura de la mandíbula para aportar saliva al sobre con la lengua (chupar el sobre, hablando claro) no debería superar los límites anatómicos. Sabemos que es una situación de nervios, emoción, agitación; pero no abra la boca más de lo debido (léase literalmente, aunque también metafóricamente si lo desea). Una rodaja de limón le puede evitar ese desagradable sabor en la boca. Si lleva un limón entero y comparte, de nuevo muchos se lo agradecerán. Si además del limón comparte ginebra y whiskey tiene muchas posibilidades de salir de allí siendo elegido presidente.
  6. A la hora de colocar el sobre a través de la rendija de la urna de cristal el ángulo del codo debería ser confortable, no muy flexionado ni estirado y que no haya necesidad de levantar el hombro hasta meterlo casi en nuestra oreja. Recuerde: Debe buscar la facilidad.
    Utiliza ambas manos para votar

    Utiliza ambas manos para votar

  7. Equilibre el uso de ambos miembros superiores. Le sugiero que eche el voto del Congreso con un brazo y el voto del Senado con el otro brazo. Comience por la izquierda o la derecha según sus preferencias personales (yo ahí, por supuesto, no voy a entrar).
  8. Si tiene idea de votar sólo al Congreso o sólo al Senado hágalo con el brazo menos dolorido (y no me creo lo de “a mí no me duele ni se me cansa ningún brazo”, lo siento; si aún así le parece que tiene los dos brazos perfectos le dejo a usted de nuevo la elección; si le parece que tiene los dos brazos fatal, en serio, acuda al fisioterapeuta).
  9. Tras el recuento de votos si usted ha conseguido alcanzar alegría, euforia y desea ondear al viento alguna bandera o pancarta, hágalo respetando tiempos de reposo. Cambie de brazo cada cinco minutos y tome periodos de descanso para estirar el cuello y los hombros al menos. Sí, estirar he dicho, al final parece casi la solución para todo ¿verdad?
  10. Y si, a pesar de todo, se levanta con la famosa “resaca electoral” no dude ni un minuto en acudir al fisioterapeuta. Aquí estaremos para atenderle en todo lo que usted necesite.

Esperando no ofender a nadie, ya que el humor a veces resulta ser un gran remedio, con esta frase me despido (que yo también necesito tiempo para ir a votar):

“El elector goza del sagrado privilegio de votar por un candidato que eligieron otros.”
Ambrose Bierce (1842-1914, escritor estadounidense).