Uno de los campos de la medicina donde la Fisioterapia aporta un beneficio y es un coadyuvante al tratamiento médico es en el área de la Enfermedad Renal Crónica (Insuficiencia Renal) El 10% de la población mundial la padece y las estimaciones hablan de que éste porcentaje aumentará con los años.
¿Qué es la Insuficiencia Renal?
Hablamos de insuficiencia renal cuando los riñones no pueden realizar bien su trabajo de limpieza. Se produce de forma silenciosa y suele estar causada por distintas enfermedades: hipertensión arterial, diabetes, infecciones urinarias, inflamación del riñón o causas hereditarias; y la función renal se ve afectada irreversiblemente.
La función del riñón va más allá de la eliminación de sustancias tóxicas de la sangre (fósforo, potasio, urea, creatinina…), elimina también el exceso de líquido que ingerimos manteniendo el equilibrio interno en nuestro organismo, y produce sustancia importantes tales como la Eritropoyetina, fundamental para la formación de glóbulos rojos, la renina que controla la tensión arterial y la Vitamina D que facilita la absorción del calcio para nuestros huesos.
Por lo que los síntomas más frecuentes en el paciente suelen ser el edema, hipertensión, anemia, cansancio y dolores musculo esqueléticos.
¿Cuál es su tratamiento?
En la insuficiencia renal es importante el control del médico especialista (Nefrólogo), la toma correcta de la medicación indicada por el mismo, cumplir las recomendaciones dietéticas y la realización de ejercicio físico de forma regular y adaptado al estado general del paciente.
¿Cuál es el papel de la Fisioterapia?
La Fisioterapia tiene por finalidad en el paciente con insuficiencia renal el restaurar un estado musculo-esquelético y circulatorio compatible con una vida normal.
Manejo de los dolores óseos, musculares (miopatías urémicas) o neurológicos (polineuritis); con agentes físicos, masajes y terapia manual.
Mantener la movilidad y flexibilidad con un programa de ejercicios adecuado a las capacidades del paciente, con reeducación postural y de la marcha.
El ejercicio físico controlado ayuda a disminuir la hipertensión arterial, mejorar la circulación y la capacidad funcional del corazón y pulmones.
Lo más importante es mantener la calidad de vida y que el proceso de la enfermedad no sea más incapacitante por el sedentarismo que por la misma enfermedad. En Fisiohogar podemos orientarte acerca de lo más apropiado para ti y cómo podemos ayudarte, no dudes en contactar con nosotros.
Colegiada nº 6055
Diplomada en fisioterapia en la Universidad central de Venezuela, Caracas