Según avanza la edad las molestias y problemas aumentan. En muchas personas de la tercera edad aparecen problemas de artrosis, pero con la ayuda de un tratamiento personalizado de fisioterapia se puede conseguir una buena calidad de vida.

La artrosis es una enfermedad degenerativa de las articulaciones que provoca el desgaste del cartílago. Todo esto va produciéndose de manera paulatina y afectando a la ejecución de ciertos movimientos. Aunque en cada paciente se manifiesta en un área determinada, las zonas más comunes donde se presenta la artrosis son en las rodillas, las manos y la zona de la cadera.

En el caso de las personas de la tercera edad el desgaste general de su cuerpo es obviamente mayor y puede que los síntomas se presenten de manera más rápida causando mayores dolores. Una de las características de la artrosis es precisamente la aparición de dolor. Al principio las molestias son menores y haciendo reposo se controlan, pero según avanza la artrosis, la persona mayor va sintiendo que no consigue que el dolor se vaya descansando. La ayuda de analgésicos a veces tiene un efecto controlador, pero en la mayoría de los casos llega un momento en el que los dolores son casi constantes.

Control del dolor

La fisioterapia y en concreto los masajes resultan muy efectivos para mitigar los dolores musculares y de las articulaciones provocados por la artrosis. Se recomienda que las personas de la tercera edad reciban sesiones regulares de masajes fisioterapéuticos que se centren donde está focalizado el dolor.

Por las propias características de la artrosis es muy normal que provoque también deformaciones de los huesos que aparecen como retorcidos. Esto lógicamente es otra fuente de dolor y de aparición de contracturas.

Los masajes manuales se combinan en muchas ocasiones con otras técnicas como por ejemplo la aplicación de calor local. En el caso de las manos y los dedos una técnica que resulta bastante eficaz es realizar baños tibios o calientes en cera de parafina que se ha mezclado con aceite mineral. Esto consigue un efecto relajante y calmante para el paciente.