La fisioterapia es una de las herramientas más útiles en las enfermedades degenerativas. Dentro de lo que llamamos enfermedades degenerativas están todas aquellas afecciones generalmente crónicas donde la función o la estructura de los tejidos u órganos que se han visto afectados van empeorando día a día.

Para la mayoría de estas patologías no existe curación y solo mediante ciertos fármacos y con la fisioterapia especializada se puede frenar o retrasar algunos de sus síntomas. La fisioterapia se sitúa así como un aliado primordial para estos enfermos y sus familiares.

Desde el diagnóstico

Dado lo complejas, las secuelas y las minusvalías que provocan estas enfermedades, es recomendable que, una vez diagnosticada, se recurra a la ayuda de expertos en fisioterapia. Debe tener en cuenta que cuando le indican que padece una enfermedad degenerativa aún se encuentra en una fase inicial en la que usted o el paciente es autónomo.

Si se inicia un tratamiento de manera rápida se consigue mantener las buenas condiciones y habilidades de distintos órganos. El fisioterapeuta evaluará su estado y comenzará por realizar con usted tablas de ejercicios de fortalecimiento, de control de posturas y mediante sesiones de masajes manuales se tratará de mantener los músculos, ligamentos y huesos en las mejores condiciones.

Revisión y adaptación

Las sesiones de fisioterapia en enfermedades degenerativas están siempre muy pendientes de la evolución del paciente, las revisiones son continuas y en cuanto se detecta un problema se rectifican los tratamientos para centrarse en las últimas necesidades.

En estados más avanzados de una enfermedad degenerativa también se presentan problemas digestivos, de tránsito intestinal o respiratorios que, en ocasiones, con ejercicios pueden mejorar de manera notable.

Los beneficios de la fisioterapia en las enfermedades degenerativas no acaban aquí. La atención de un experto en fisioterapia también podrá proporcionarle importante información y consejos acerca de cómo afrontar la enfermedad.