Las personas que tengan un familiar con Alzheimer que viva en Móstoles pueden solicitar la atención fisioterapéutica a domicilio. El objetivo de este servicio es facilitar el acceso a cuidados profesionales a aquellos pacientes que, por el avance de esta enfermedad degenerativa, necesitan distintos tipos de ayuda.

El Alzheimer es una enfermedad que va disminuyendo las facultades y capacidades del paciente que presenta problemas para moverse, para coordinar movimientos, guardar el equilibrio, para hablar, para realizar tareas cotidianas y que se desorientan con facilidad.

La atención a domicilio de este tipo de enfermos supone para el propio paciente una gran ventaja, porque se encuentra en su entorno habitual, rodeado de sus cosas, de elementos familiares, aunque algunos no los reconozca.De esta forma estará mucho más tranquilo y podrá prestar más atención a lo que le proponga el fisioterapeuta.

Por supuesto, para los familiares es también mucho más práctico que las sesiones se realicen en su casa de Móstoles. Dependiendo del grado de Alzheimer que tenga, el paciente tendrá serias dificultades para trasladarse, moverse y relacionarse con otras personas. Por eso, si es el fisioterapeuta el que acude a su hogar se evitan  muchos problemas que, en ocasiones, lo que consiguen es alterar a la persona con Alzheimer.

El tipo de actividad que se realiza estará estrechamente vinculada con lo avanzada que esté la enfermedad. En las primeras fases se suelen trabajar la motricidad fina y gruesa. Se hacen ejercicios que consistan en coger cosas pequeñas como una cuchara, un boli y escribir o hacer trazos, atarse los cordones de los zapatos… También en esta etapa se hacen ejercicios de fortalecimiento de los músculos, se trabaja la coordinación y el equilibrio. El paciente aún es capaz de moverse por sí mismo, con autonomía y hay que potenciarlo al máximo.

En las fases más avanzadas es cuando el enfermo de Alzheimer presenta serios problemas de movilidad. Sus músculos están más agarrotados, más duros y hay que recurrir a masajes que eliminen las contracturas y que faciliten la flexibilidad para poder moverse de manera más segura. Se hacen también ejercicios asistidos para trabajar la fuerza y el equilibrio porque empiezan a ser comunes las caídas.

En las últimas fases del Alzheimer la asistencia en tu domicilio de Móstoles permitirá cuidar al enfermo para que no le salgan yagas y que las extremidades y otras partes del cuerpo se mover, pues en esta etapa muchos pacientes ya no pueden caminar y permanecen mucho tiempo postrados.