La fisioterapia respiratoria puede resultar de gran ayuda en el tratamiento de distintos problemas y enfermedades. Es cierto que puede no ser una de las especialidades más conocidas de la fisioterapia, pero los resultados y beneficios que reporta a los pacientes son muchos e importantes.

La fisioterapia respiratoria es adecuada para tratar a pacientes de todas las edades, desde bebés y niños pequeños a personas adultas.

Los problemas respiratorias pueden tener orígenes muy diversos, por eso es fundamental que se acuda a un experto que determine su naturaleza, gravedad y modo de tratarlos. Lo importante es saber que gracias a la fisioterapia se puede mejorar de manera notable.

Como cada caso es único se diseñará un tratamiento a medida de las necesidades de cada paciente. Pero algunos de los ejercicios respiratorios que se pueden recomendar son:

  1. Respiración abdominal. Es la también llamada respiración diafragmática. El ejercicio se realiza tumbado boca arriba sobre una colchoneta, entonces de coge aire por la nariz dirigiéndolo hacia la barriga. Después hay que empezar a expulsar el aire de manera pausada por la boca, procurando alargar la expulsión.
  2. Respiración y movimiento de brazos. Tumbado boca arriba con las rodillas flexionadas comenzar a inspirar y mover los brazos hacia arriba de la cabeza hasta llegar a entrelazar las manos. Después empezar es echar el aire despacio mientras se mueven los brazos juntos por encima de la cabeza hasta que hay que separarlos y apoyarlos en el suelo.
  3. Respiración con las manos en los costados. Tumbado boca abajo y con las piernas flexionadas colocar las manos sobre las costillas. Entonces coger aire por la nariz y dirigirlo hacia los pulmones, sentirá como se hincha la caja torácica. Después expulsar el aire por la nariz lo más lento posible.
  4. Respiración diafragmática sentado. Sentado con la espalda recta coger aire por la nariz y llevarlo hacia la tripa. Después expulsarlo por la boca lentamente.
  5. Respiración de sentado y con manos en las costillas. En posición de sentad y con las manos en las costillas inspirar por la nariz tratando de hinchar el pecho. Después expulsar el aire por la boca prolongando esta acción.