El síndrome del piramidal o piriforme se trata de un tipo de dolor de origen neural que se produce por compresión del nervio ciático en la relación íntima que tiene con el músculo piramidal. Se conoce comúnmente como “ciatalgia de bolsillo” ya que el dolor permanece localizado en la zona glútea, pero puede incluso subir hacia lumbares o seguir el recorrido del nervio ciático hacia el muslo posterior, siendo en ocasiones difícil su claro diagnóstico diferencial.
Se podría clasificar como primario, en caso de que la condición afectase intrínsecamente al músculo piramidal, o secundario si fuera debido a una patología adyacente que provocase esta condición en el piramidal.
El mecanismo lesional suele ser en gran mayoría debido a traumatismos, ya sean agudos por una caída por ejemplo, o por sobrecarga sobre este músculo que provocan inflamación o hipertrofia en la musculatura, aumentando así la presión sobre el nervio ciático.
El músculo piriforme se origina en la cara anterior del sacro (S2 y S4) y se inserta en la cara supero-medial del trocánter mayor del fémur. Se encarga de la rotación externa (por debajo de los 90 grados de flexión), flexor y abductor de la cadera.
Típicamente, el dolor aumenta con la deambulación y se calma con el reposo, y suele doler cuando se mantiene una postura sentada por mucho tiempo. Hay ciertos test clínicos, pero ninguno de ellos es específico para el síndrome del piramidal. Algunos de los mas usados son:
- a) Signo de Lasegue: paciente en supino, flexiona la cadera hasta 90º, realiza activamente extensión de rodilla, si aparece dolor posterior en la zona, positivo.
- b) Freiberg: dolor con la rotación interna pasiva de cadera.
- c) rotación interna en prono: menos recorrido hacia rotación interna de cadera con flexión de 90º de rodilla al lado afectado.
Se ha demostrado que el tratamiento conservativo en el estadío agudo es el más efectivo. El uso de AINES, relajantes musculares, hielo, reposo, estiramiento de musculatura piramidal, abductores y tratamiento de los puntos gatillo , espasmos o contracturas presentes en el vientre muscular ayudan a paliar este síndrome.
Estudios recientes defienden también el uso de punción seca para su tratamiento, así como infiltraciones con determinados medicamentos.
La fisioterapia busca eliminar mediante un programa que envuelve a las articulaciones presentes en la cintura pélvica, las patologías primarias que puedan desembocar en el síndrome piramidal secundario, que es la variante más común.
Referencias:
- Sendromu P, Olgu NSB. Piriformis syndrome: a case with non-discogenic sciatalgia. Turk Neurosurg. 2014;24(1):117–9.
2. PIRIFORMIS SYNDROME: A REVIEW Colegiado 9501 Diplomado en Fisioterapia por la Universidad Alfonso X el Sabio