El mantenimiento es fundamental en los pacientes con esclerosis múltiple. La diferencia entre hacer ejercicios y no puede significar poder seguir siendo independientes o tener que recurrir a la ayuda de otras personas.

Cuando se ha diagnosticado la enfermedad de esclerosis múltiple el golpe psicológico es muy duro. Es una enfermedad degenerativa que nos va a acompañar durante toda la vida. Sin embargo, si lo asumimos y mantenemos una actitud positiva y luchadora podemos conseguir una calidad de vida y una autonomía aceptable.

Para alcanzar estas metas la ayuda de la fisioterapia de mantenimiento es muy importante. Su terapeuta, en coordinación con su médico, le indicarán qué tipo de actividades puede realizar y la periodicidad.

Aunque todo se catalogue como esclerosis múltiple, cada caso tiene sus particularidades y a cada persona le ataca más fuerte en unas zonas que en otras. Por eso, debe ser bajo la experta vigilancia de su fisioterapeuta como realice los ejercicios de mantenimiento. Teniendo en cuenta estas indicaciones, le explicamos algunos de los ejercicios de mantenimiento que siempre resultan positivos:

  1. Equilibrio con pies juntos. Este es un sencillo ejercicio de iniciación, pero fundamental. Póngase de pie, derecho y con los pies lo más juntos posible. Puede que le cueste quedarse quieto, en equilibrio, al principio ayúdese de un apoyo, un picaporte, el respaldo de una silla, etcétera. Cuando haya logrado encontrar el equilibrio suéltese y trate de aguntar así 20 segundos.
    Si se encuentra fuerte pruebe a hacer el mismo ejercicio pero cerrando los ojos. Tenga cuidado al realizar este ejercicio, porque puede tambalearse y caerse.
  2.  Ejercicio para la estabilidad del tronco. Con este ejercicio además de estabilidad en la zona del tronco logrará también aumentar la fuerza de toda la zona. Colóquese a cuatro patas en el suelo. Después trate de levantar y estirar el brazo derecho y la pierna izquierda. Si puede mantenga este posición unos segundos y descanse. Repita el ejercicio cambiando de pierna y brazo y repita las series al menos 5 veces.
  3. Control de la pelvis. Estirado con las rodillas dobladas y apoyado en una cama gire despacio las rodillas hacia la derecha, vuelva despacio al centro gire las rodillas hacia la izquierda. repita el ejercicio 5 veces hacia cada lado.