Tratamiento de fisioterapia para una fractura de tobillo

Como todos sabemos el tobillo es la articulación que une la tibia y el peroné con los huesos que forman el pie. Una de las lesiones más comunes en el tobillo son los esguinces, de los que ya os hemos hablado en otras ocasiones . Pero en ocasiones, cuando el traumatismo es muy fuerte, los ligamentos no son capaces de mantener la estabilidad y se fracturan los maléolos (la parte más caudal y prominente de estos huesos) tibial o peroneo, o los dos.

TRATAMIENTO DE FISIOTERAPIA EN LA FRACTURA DE TOBILLO
En función del grado y del tipo de fractura, el traumatólogo determina si hay que seguir un tratamiento conservador y quirúrgico. Esto influirá en los tiempos de recuperación de cada persona y, por supuesto, en el tratamiento rehabilitador que llevará a cabo el fisioterapeuta.

En fracturas con tratamiento conservador, la persona estará inmovilizada, aproximadamente de seis a ocho semanas. Durante esta fase la fisioterapia ya se puede incluir para evitar complicaciones. Es recomendable el masaje para favorecer el retorno venoso en la pierna sana y en la parte libre de la afecta o los ejercicios de movilización y potenciación para evitar la pérdida de movilidad y fuerza muscular de las articulaciones no implicadas.

Tras la retirada del yeso o la férula, el objetivo principal será recuperar la movilidad y la readaptación de la marcha. En la fisioterapia tras una fractura de tobillo se pueden incluir multitud de técnicas manuales, pero hay que darle especial importancia al ejercicio terapéutico gracias al cual el paciente mejorará su equilibrio y propiocepción, recuperará la fuerza perdida durante la inmovilización así como la flexibilidad de su musculatura, lo que le permitirá caminar de nuevo con normalidad.

En el caso de los pacientes que precisan de cirugía, los objetivos serán los mismos pero variarán los tiempos. Generalmente existe un periodo inicial de dos o tres semanas de inmovilización con férula de yeso para que las osteosíntesis y la herida cicatrice bien. Tras superar esta primera fase, se sustituye el yeso por una órtesis que se puede retirar y con la que se iniciará progresivamente el apoyo pasado el primer mes tras la operación.