El Alzheimer es la principal causa de demencia, se trata de una enfermedad neurodegenerativa que cursa con deterioro cognitivo y trastornos de la conducta, se caracteriza principalmente por la pérdida de la memoria inmediata. Esta patología provoca importantes alteraciones de la vida diaria, social y familiar de los pacientes y sus allegados.
Se han identificado tres fases en la evolución de la enfermedad:
Fase leve: existen pérdidas puntuales de memoria de hechos ocurridos recientemente (10-20 minutos)y, además, pueden tener cambios de humor, una disminución de la concentración o fatiga. A nivel motor, no hay disminución de la coordinación y generalmente pueden llevar a cabo con normalidad las actividades de su vida diaria.
Fase moderada: se agravan los problemas de memoria y empiezan a aparecer problemas en el lenguaje o de reconocimiento. El paciente tiene problemas para llevar a cabo funciones en el día a día como vestirse o comer y pueden tener reacciones agresivas. A nivel motor, disminuye la coordinación y el equilibrio, aumenta la fatiga, observándose una pérdida progresiva de su independencia.
Fase severa: se manifiesta por un empeoramiento de todas las capacidades intelectuales, deja de reconocer a los familiares más cercanos. La persona es completamente dependiente, disminuye su movilidad, aumenta su rigidez muscular y pierden el control de los esfínteres.
¿POR QUÉ ES IMPORTANTE LA FISIOTERAPIA EN EL PACIENTE CON ALZHEIMER?
La importancia de la fisioterapia en enfermos de Alzheimer reside en la capacidad de mejorar su calidad de vida. A pesar de que es una enfermedad degenerativa, y aun no se existe una cura, la fisioterapia puede ayudar a que los pacientes mantengan su funcionalidad y enlentecer su evolución en la medida de lo posible.
Nuestro tratamiento como fisioterapeutas debe adecuarse a la fase de la enfermedad en la que se encuentra el paciente. Durante las dos primeras fases lo primordial será intentar mantener la independencia de la persona en sus actividades diarias y retrasar la evolución de la enfermedad. Para ello se utilizará principalmente el ejercicio terapéutico, con el fin de fortalecer y flexibilizar la musculatura o mejorar la coordinación y el equilibrio, entre otros aspectos.
En la últimas fases, el paciente se muestra menos colaborador y el tratamiento será más “pasivo”, la fisioterapia se focaliza prevenir las úlceras por presión, si el paciente está durante mucho tiempo encamado, así como la rigidez y atrofia muscular, además de evitar las infecciones respiratorias, mediante fisioterapia respiratoria.
Colegiado nº 3.147
Fisioterapeuta y licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte por la Universidad Europea de Madrid.
Vicedecano del Colegio de fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid.