El ciclismo, tanto en ciudad como en carretera, es uno de los deportes que con más frecuencia realizan nuestros pacientes. Tiene, frente al running, la ventaja de que no provoca un impacto directo en las articulaciones pero ningún ciclista está exento de sufrir algún tipo de lesión. En esta entrada vamos a explicar algunas de las más habituales y que se puede hacer para prevenirlas.

Con la bicicleta podemos diferenciar dos tipos de lesiones, las traumáticas, a consecuencia de caídas, o las no traumáticas, producidas por sobrecarga o por la postura sobre la bicicleta.

Las caídas son frecuentes especialmente en personas que practican la bicicleta de montaña, en cambio, aquellos que circulan por carretera son susceptibles de arrollamientos por parte de vehículos. Un elevado porcentaje de las lesiones traumáticas se concentran en el miembro superior: contusiones, luxaciones de hombro o fracturas en clavícula, codo, muñeca…

La mayoría de estas caídas no tienen consecuencias importantes pero este último verano si se han incrementado las campañas de sensibilización por parte de la DGT por el aumento de la mortalidad por atropello.

En cuanto a las lesiones no traumáticas, se pueden clasificar en función de su localización:

  • En la columna vertebral, generalmente nos encontramos contracturas musculares por la postura que se adopta sobre la bicicleta, que implica un aumento de tensión en todas las estructuras posteriores de la columna. Además la región cervical, realiza una extensión para mantener la visión del camino y recibe, a través del miembro superior, las vibraciones del manillar.
  • En el miembro superior son habituales las lesiones en manos, muñecas y antebrazos por el agarre al manillar, especialmente en montaña con terrenos más irregulares.
  • En el miembro inferior destacan las lesiones por sobrecarga en la musculatura (cuadriceps, isquiotibiales, tríceps sural…) que pueden favorecer la aparición de tendinopatías, siendo la más frecuente la rotuliana.

 

¿CÓMO PODEMOS PREVENIR LAS LESIONES EN EL CICLISMO?

 

  • LA IMPORTANCIA DEL CALENTAMIENTO Y EL ESTIRAMIENTO:

Como en cualquier deporte es fundamental el calentamiento previo y los estiramientos posteriores, que ayudarán a preparar a nuestro cuerpo al ejercicio y a recuperarlo de él. Son muchos los ciclistas que no ven la necesidad de realizar estiramientos tras una ruta, pero son igual de importantes que si hubiésemos practicado otro deporte como el running.

  • MODIFICAR LA POSTURA Y ADAPTAR LA BICICLETA A NUESTRA ANATOMÍA

Otro de los ítems imprescindibles para prevenir lesiones en el ciclismo es adaptar la bicicleta lo mejor posible a nuestro cuerpo. Colocar el sillín y el manillar a una altura correcta, ni excesivamente bajos ni altos. Además durante la ruta marcada es conveniente intentar cambiar de postura sobre la bicicleta si existen las condiciones adecuadas.

 

  • ACUDIR AL FISIOTERAPEUTA

Hacer ejercicio con bicicleta requiere hacer una importante cantidad de kilómetros que en muchas ocasiones se concentran durante el fin de semana, ya que es cuando se dispone de más tiempo, esto supone en muchos casos sobrecargas musculares. Ante este tipo de lesiones es fundamental contactar con un fisioterapeuta y no seguir forzando la musculatura, puesto que se puede derivar en una lesión de mayor gravedad.

Published On: 27 octubre, 2017 / Categories: fisioterapia deportiva /

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