¿Has oído hablar alguna vez de los huesos sesamoideos?. Te contamos qué son, para que sirven y si se pueden tratar.

¿QUÉ SON LOS SESAMOIDEOS?

Los sesamoideos son huesos, normalmente pequeños y redondeados, que se encuentran “incrustados” en tendones en diferentes partes del cuerpo. Se denominan así por su semejanza con la semilla de sésamo.

Los encontramos en los dedos y en las articulaciones metacarpofalángicas de las manos, en el primer dedo del pie y en las articulaciones metatarsofalángicas, entre otros lugares, pero sin duda el sesamoideo más famoso, y más grande, es la rótula, en el tendón del cuádriceps.

¿Cuál es su función?

Los sesamoideos hacen la función de polea para los tendones, cambiando en ocasiones la dirección de la acción muscular. Además disminuyen la fricción del tendón, al deslizarse su superficie articular sobre la de otro hueso, y modifican la presión.

¿QUÉ PATOLOGÍAS SE PUEDEN PRODUCIR EN LOS SESAMOIDEOS?

La SESAMOIDITIS es común en corredores y bailarinas, tiene lugar en el primer dedo del pie. Consiste en la inflamación del periostio de estos huesos sesamoideos y en la unión hueso-tendón, esto provoca dolor y rigidez.

En el caso de los runner, este tipo de lesión es más común es aquellos que utilizan un calzado minimalista o barefoot, o aquellos que están en tránsito de una zapatilla con más amortiguación.

Los sesamoideos además tienen una mala vascularización, es decir, la sangre no llega tan bien como a otros huesos, es por ello que puede provocarse una OSTEONECROSIS o, lo que es lo mismo, la muerte del hueso. Esto también se conoce como enfermedad de Renander y es poco frecuente, pudiendo afectar a cualquier sesamoideo aunque generalmente, por la carga que soportan, nos lo encontramos más en el pie.

TRATAMIENTO

Una vez se diagnostica, la sesamoiditis se debe valorar y tratar conjuntamente con un podólogo que hará un estudio de la pisada y determinará si es necesaria alguna corrección con plantillas. En el caso del tratamiento fisioterápico, los objetivos principales serán disminuir el dolor y la inflamación, así como evitar la limitación de la movilidad.

El paciente debe evitar el calzado que comprima la parte más distal del pie los tacones.

Si tenéis cualquier molestia en vuestro día a día o al realizar deporte, no dudéis en contactar con nosotros.