La sociedad española de alergología e inmunología clínica (SEAIC) ya está avisando que esta primavera que se acerca será igual de complicada para los alérgicos que la primavera del año pasado, con un número muy elevado de granos de polen por metro cuadrado. Además, se hace especial mención a un hongo (Alternaria) que afecta al 15% de la población. No menos importancia se le da a la rinitis alérgica que ya se confirma como la enfermedad crónica infantil más frecuente. Aunque los datos dan un poco de miedo, desde luego no es necesario que cunda el pánico ya que son situaciones que se pueden controlar si uno toma las medidas adecuadas.
El polen o los hongos mencionados son agentes en casos normales totalmente inofensivos, pero para las personas alérgicas, se transforman en agentes alergénicos, es decir, que el cuerpo reacciona ante su presencia. Ya explicamos en un artículo anterior a éste el porqué de la evolución del asma causada por estos alergenos.
Los alergólogos están cada vez más convencidos de que la aplicación de broncodilatadores para este tipo de complicación es solamente un parche para aliviar de forma muy temporal el problema. El tratamiento más completo son las vacunas específicas. Es decir, si un niño es alérgico a la Alternaria, es mucho más recomendable desensibilizar con la vacuna específica que ir luchando contra los efectos de la alergia.
Por eso, en las próximas semanas hay que estar pendiente de ciertos cambios que pueden sufrir los pequeños. Estos incluyen los siguientes síntomas: tos, dificultad para respirar, ruidos en los pulmones con la respiración y un aumento de la mucosidad.
La labor de los fisioterapeutas es fundamental cuando ya hay muchas flemas acumuladas en los pulmones. Los pequeños suelen tener dificultades en toser de forma eficaz y el fisioterapeuta, con unas técnicas específicas le ayudará a espulsarlas, evitando así las infecciones respiratorias como las bronquiolitis y en casos más extremos, las neumonías y el colapso pulmonar.
Colegiado nº 3867
Diplomado en Fisioterapia por la Universidad de Malta. Master de osteopatía por la Universidad de Alcalá de Henares