Como en otras muchas enfermedades o lesiones, la fisioterapia se convierte en una herramienta imprescindible a la hora de poder superar un cuadro de vértigo, que se puede ocasionar por una gran variedad de causas. De ahí que, en el momento que sea recomendado por el doctor que lleva el caso, el paciente en cuestión confíe en profesionales de esa rama sanitaria, como los que integran Fisiohogar, para poder ponerle fin a la situación que está viviendo.
No obstante, hay que tener en cuenta que no sólo hay que elegir bien al citado experto sino también tener muy presente que existen diversos factores que pueden ralentizar, frenar o incluso perjudicar seriamente la recuperación que se está llevando a cabo con la citada fisioterapia. ¿Quieres conocer algunos? Sigue leyendo:
El ejercicio
Fisioterapeutas expertos para atajar el vértigo
Como hemos mencionado al principio de este artículo, para poder acabar con un episodio de vértigo hay que confiar en un fisioterapeuta especializado en el mismo. Y es que si se opta por elegir uno que no conozca bien ese trastorno puede establecer sesiones que sean absolutamente insuficientes. Con esto nos referimos a que el tiempo que se le dedique al ejercicio debe ser adecuado a la situación que atraviesa el paciente ya que una sesión corta no contribuirá a la recuperación.
De la misma manera, hay que saber que, de igual modo, es fundamental que dicho profesional delimite correctamente el número de consultas y actividades que se deben realizar a la semana y su periodicidad. Sólo teniendo en cuenta ese conjunto de factores se conseguirá ir dejando atrás los mareos y desequilibrios asociados a ese cuadro de vértigos.
El momento en el que se inicie
Importante es el inicio de la recuperación
Si importante es elegir bien al experto en fisioterapia que se encargará del caso y de que las actividades que se realicen tengan lugar durante el tiempo necesario, también hay que saber que es esencial que se inicie el trabajo terapéutico en el instante adecuado para poder atajar el trastorno que nos ocupa.
Sí, lo has leído bien. Y es que, como establecen los profesionales médicos, comenzar la rehabilitación tarde puede traer consigo que se perjudique notablemente la misma.
Sin embargo, sobre esto se ha debatido mucho a lo largo de las últimas décadas. Así, tiempo atrás, se consideraba que quienes tenían esta dolencia tenían que ponerse de manera prácticamente inmediata a realizar ejercicios de fisioterapia pues era la manera de que pudieran estar cuanto antes en plena forma o, al menos, lo mejor posible.
No obstante, en la actualidad los profesionales médicos y los de la disciplina sanitaria en la que se enmarca Fisiohogar coinciden en subrayar dos aspectos en ese sentido:
–Lo primero es que haya un diagnóstico certero y ratificado respecto a que el individuo en sí tiene vértigo, sea cual sea la causa que lo genere.
-Lo segundo, una vez que ya se sabe cuál es la dolencia, es que el paciente no deje pasar el tiempo de manera innecesaria sino que contacte con un fisioterapeuta cuanto antes. Y es que se tiene claro que los mejores resultados y la recuperación más rápida tiene lugar durante lo que son los seis primeros meses desde que sufre el trastorno.
Factores personales del paciente
La edad, factor que puede influir en la recuperación
De la misma manera, no podemos pasar por alto tampoco que hay una serie de aspectos que tienen que ver con el paciente en cuestión que pueden traer consigo que la recuperación sea más lenta de lo que en realidad le gustaría a ese. Se trata de factores personales y específicos de cada caso, entre los que podríamos destacar los siguientes:
–La edad de la persona que sufre vértigo. Con esto nos referimos al hecho de que alguien que tenga una edad más avanzada puede tardar más tiempo en conseguir el objetivo final de la recuperación, aunque eso no va a impedir que la logre. La alcanzará aunque, con toda probabilidad, le va a costar un poco más.
–Su implicación en las sesiones. Para dejar de lado cualquier enfermedad o trastorno, se hace necesario que quien lo sufre se comprometa totalmente en acometer todas las indicaciones que le realiza su fisioterapeuta, ya que es la manera fiable de recuperación que tiene. Y esa máxima se extiende al vértigo. Así, si el individuo mantiene una actitud totalmente anárquica o “pasota” en las sesiones de ejercicios, lo único que conseguirá es perder el tiempo o ralentizar un proceso de rehabilitación que sería más breve si pusiera de su parte.
–Las causas y las consecuencias del vértigo. Indiscutiblemente otro de los factores personales del paciente que pueden retrasar la recuperación citada son los motivos que han originado el trastorno y los efectos que está teniendo. Y es que no es lo mismo que ese trastorno se haya producido por algún factor meramente “anecdótico” que por una enfermedad grave o incluso por un traumatismo considerable. En este último caso, tanto su origen como los síntomas que traen consigo deben ser tratados específicamente y requerirán más paciencia y tiempo.
Otros factores
Fisioterapeuta teniendo en cuenta todos los factores para establecer sesiones
Los ya mencionados elementos de los apartados anteriores podemos decir que son, sin lugar a dudas, los que, de manera más habitual, se encargan de obstaculizar el proceso de recuperación de un cuadro de vértigo a través de la fisioterapia.
No obstante, no podemos olvidar que hay otros que también lo hacen y que merecen ser tenidos en cuenta para tener claro que debido a los mismos los resultados esperados tardarán un poquito más en llegar. Nos estamos refiriendo a elementos tales como estos:
–La ingesta de medicamentos. Numerosas son las personas que afrontan un cuadro de vértigo y que ven cómo sus doctores les recetan determinados fármacos para hacerle frente a los síntomas que este ha traído consigo o bien para atajar de manera clara o mantener a raya la causa del mismo. En ese caso, hay que tener en cuenta que dichos productos químicos pueden llegar a ralentizar el proceso de recuperación mediante la fisioterapia. En concreto, los que así lo provocan son algunos tales como los anticonvulsivos, los antidepresivos o los supresores vestibulares, entre otros muchos.
–Cuadros de ansiedad o depresión. De la misma forma, no podemos pasar por alto que hay algunos pacientes que, por diversos motivos, tienen que hacerle frente, además de al trastorno que nos ocupa, a una depresión o a crisis de ansiedad, originadas por aquel o por otros factores. En ese caso, lo que sucederá es que serán menos receptivos a las sesiones de ejercicios, se implicarán menos e incluso pueden llegar a negarse a realizar las mismas y eso, claro está, traerá consigo que no puedan recuperarse del vértigo tan rápido como podría ser posible.
–Los síntomas. Por supuesto, en la lista de factores que perjudican la rehabilitación tampoco puede faltar el que ahora nos ocupa. En concreto, lo que hay que tener en cuenta en este sentido es que los pacientes que tengan mayor número de síntomas por culpa del vértigo o que esos sean más graves no lograrán decirle adiós a esa situación de forma tan inminente como les gustaría. Y es que requerirán trabajar más, de manera mucho más periódica y teniendo en cuenta todo ese conjunto de dolencias que presenta.
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