En Fisiohogar nuestros profesionales tratan a pacientes con muy variadas enfermedades y en muy diferentes situaciones. Así, además de personas con Parkinson o con traumatismos de diverso alcance por culpa de un accidente de tráfico, también se encargan de trabajar con individuos que sufren hemiplejias.
¿Qué es la hemiplejia?
Hemiplejia, parálisis de un lado del cuerpo
Bajo tan singular nombre, que deriva de la suma de dos términos griegos (“hemi”, que significa “mitad”, y “plegia”, que puede traducirse como “debilidad”), se encuentra un trastorno que se identifica por el hecho de que la persona que lo padece tiene paralizada la mitad de su cuerpo, como consecuencia de la afectación de una zona del cerebro o de la médula espinal. Una circunstancia esta que, como es lógico, requiere una rápida actuación médica para que pueda acometerse un tratamiento adecuado a las causas que la han originado.
Muchos y variados son los síntomas que vienen a dejar patente que un individuo la sufre. No obstante, entre los más habituales y que identifican claramente esta situación podemos destacar desde la dificultad para tragar como problemas de visión pasando por una mayor sensibilidad a nivel emocional, pérdidas de memoria, adormecimiento y hormigueo en una mitad del cuerpo, dificultad severa para poder caminar e incluso para mantener el equilibrio…Eso sí, hay que tener en cuenta que cada persona afectada por la hemiplejía experimentará unos u otros en función de las causas que la han originado e incluso de la parte del cuerpo que tiene afectada.
Por regla general, los estudios acometidos al respecto, han venido a dejar patente que este trastorno afecta, de manera mayoritaria, a ancianos. No obstante, también existen otras muchas excepciones, como, por ejemplo, que se produzca en recién nacidos. Este caso concreto sólo tiene lugar una vez entre cada 1.000 nacimientos.
Tipos de hemiplejias
El cerebro y su responsabilidad en la hemiplejia
Una vez que se conoce qué es la hemiplejia, se hace necesario también saber que la misma puede ser de muy variados tipos. No obstante, entre las clasificaciones que se suelen utilizar se determina la existencia de cuatro clases claramente diferenciadas e importantes:
–Hemiplejia cerebral. Esta tiene lugar cuando es una lesión cerebral la que provoca que se corte o interrumpa lo que es el flujo de sangre que llega al cerebro.
–Hemiplejia espinal. Bajo este término se encuentra, como su propio nombre nos viene a indicar, la que se produce a raíz de lesiones que han tenido como “víctima” a la columna vertebral.
–Hemiplejia facial. Como su denominación ya nos puede advertir, viene a ser la paralización que afecta a la mitad de la cara de la persona en cuestión.
–Hemiplejia espástica, que se identifica por el hecho de que esa mencionada paralización de una parte del cuerpo va acompañada además de lo que son movimientos de tipo espástico de esa misma zona afectada.
No obstante, no podemos pasar por alto que también existen otras clasificaciones que, de igual modo, hablan de las siguientes modalidades:
–Hemiplejia contralateral, que es la que la que se localiza en el lado del cuerpo contrario a donde se ha producido la lesión cerebral.
–Hemiplejia proporcional, que se caracteriza por el hecho de que se ven afectados de igual manera tanto la cara como el miembro inferior y el superior.
Y la lista sigue ampliándose: hemiplejia alterna, hemiplejia capsular, hemiplejia cerebral infantil, hemiplejia cortical…
De ahí que sea tan importante identificarla de manera clara para establecer un tratamiento adecuado y para poder acometer las sesiones de fisioterapia necesarias, en pro de mejorar la calidad de vida del paciente.
Causas de las hemiplejias
Accidente cerebrovascular, causante de la hemiplejia
En líneas generales, podemos determinar que este trastorno que nos ocupa se produce como consecuencia de un daño que sufre el cerebro y que se traduce en una alteración del flujo sanguíneo que llega al mismo. No obstante, esa situación puede ser provocada por un sinfín de causas, como son estas:
–Accidente cerebrovascular, lo que se conoce como un derrame cerebral. Este tiene lugar cuando un vaso sanguíneo corta el citado flujo sanguíneo o bien cuando en ese mencionado órgano hace acto de aparición un coágulo que tiene esa misma consecuencia.
-Un tumor cerebral.
-Un traumatismo craneal severo, que no sólo provoca esta alteración del transporte de sangre al cerebro sino que, además, se traduce de manera prácticamente inmediata en una pérdida de lo que son las funciones cerebrales.
-La meningitis, que puede propiciar que la persona afectada sufra fuertes convulsiones y que estas, a su vez, lleven a que la persona se dé un golpe notable en la cabeza.
-Una hemorragia de uno de los vasos sanguíneos que se encargan de “trabajar” para el cerebro.
Las mencionadas podemos decir que son las principales causantes de que una persona pueda tener que hacerle frente a una hemiplejia. No obstante, además pueden desencadenar en la misma otras situaciones tales como la enfermedad de la diabetes, una serie de patologías de carácter genético y hereditario, una inflamación de los vasos sanguíneos, un trombo…
A todo eso merece la pena añadir que cualquier lesión que se produzca en el lado izquierdo del cerebro afectará al lado derecho del cuerpo y al revés.
Tratamientos de las hemiplejias
Fisioterapeutas, claves en el tratamiento de la hemiplejia
Fundamental es que el doctor pueda diagnosticar la causa de la hemiplejia, ya que sólo de esa manera podrá tener claro cuál es el tratamiento más adecuado. Tratamiento que tendrá dos grandes objetivos: prevenir posibles complicaciones que pudieran hacer acto de aparición y recuperar lo máximo posible lo que son las funciones corporales del paciente. Es decir, conseguir otorgarle la posibilidad de que pueda disfrutar de una óptima calidad de vida.
Para poder alcanzar esos fines, existen diversas herramientas que deberá utilizar la persona afectada en función de su situación personal, de su estado y de lo que le haya originado estar en ese punto. No obstante, entre las más frecuentes y eficaces están las siguientes:
–Medicamentos. En concreto, dentro de este grupo de recursos cobran especial protagonismo los anticoagulantes, ya que son los encargados de evitar que el individuo pueda ser víctima de coágulos de sangre.
–Fisioterapia. Como hemos mencionado al principio del artículo, esta disciplina sanitaria se convierte en una ayuda necesaria e imprescindible para quien sufre una hemiplejia. Y es que gracias a los ejercicios que desarrolle con ayuda de fisioterapeutas podrá recuperar sus funciones corporales progresivamente, evitar que puedan producirse situaciones adversas en relación a su salud e incluso disminuir los dolores y molestias que siente.
–Cirugía. En algunos casos, los más graves, se puede necesitar que la persona afectada pase por el quirófano, de cara, por ejemplo, a insertarle algún tipo de dispositivo que le pueda ayudar notablemente a realizar funciones corporales básicas como respirar o comer.
–Terapia ocupacional y psicológica. De manera incuestionable, también esta otra herramienta es fundamental a la hora de conseguir tratar adecuadamente a quien sufre hemiplejia. ¿Por qué? Porque le permitirá mejorar su autoestima, asimilar la situación en la que se encuentra, llenarse de positividad para afrontar lo sucedido de la mejor manera posible e ir ganando confianza poco a poco en su recuperación y en su capacidad para salir de ese trance.
Todo eso sin pasar por alto que también hay quienes consideran que la homeopatía es una buena medida para tratar a este tipo de pacientes.
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